Representantes de cerca de sesenta partidos y movimientos políticos de izquierda de América Latina y del mundo se reúnen desde hoy hasta este miércoles en Quito para tratar los desafíos que afrontan las fuerzas progresistas y las estrategias que deben poner en marcha ante una derecha que desea alcanzar el poder.
La reunión, el Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) 2015, debe servir para trazar estrategias orientadas a «frenar la restauración conservadora» que pretende «desestabilizar a los gobiernos progresistas» por medio de los «golpes blandos», dijo el vicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas, al inaugurar el evento.
Estos golpes van acompañados de acciones de calentamiento de las calles y de manipulación de la información por parte de los grandes medios de comunicación, agregó Glas, quien advirtió de la necesidad de que, frente a ello, los gobiernos de izquierda profundicen en la generación de políticas públicas «para la gente».
También consideró esencial un cambio de modelo económico basado en el desarrollo del talento humano, la innovación, la tecnología, lo que, en su opinión, permitiría «dejar de depender de los precios de mercados extranjeros, de los que no tenemos control».
El presidente de la Comisión de Relaciones Institucionales del movimiento oficialista ecuatoriano Alianza País (AP), Guillaume Long, puso de relieve la necesidad de afrontar la crisis económica internacional desde nuevos enfoques que permitan una mejor redistribución de la riqueza.
Subrayó, en ese sentido, que la región latinoamericana está formada en su mayoría por países con economías primario-exportadoras y, al mismo tiempo, abogó por el mantenimiento de políticas progresistas que han permitido reducir la pobreza y la desigualdad y no permitir que se instale la «salida neoliberal a la crisis».
En el acto inaugural intervino también la Secretaria Ejecutiva de AP, Doris Soliz, quien resaltó la importancia de la integración en el desarrollo de la región latinoamericana y consideró que el ELAP 2015 es, precisamente, un «ejemplo de integración política» y de diálogo.
«La integración latinoamericana ya no es más una retórica», dijo, y recordó los acuerdos alcanzados entre los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Venezuela, Nicolás Maduro, acerca de su contencioso fronterizo durante una reunión celebrada en Quito y auspiciada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En la cita, que concluirá el próximo miércoles, participarán representantes de más de sesenta partidos y movimientos de izquierda del mundo, entre ellos el Frente de la Victoria, de Argentina; el Frente Amplio, de Uruguay; y el Polo Democrático, de Colombia.
Además, del Partido Comunista, de China; Partido Hindú; Podemos e Izquierda Unida, de España; el Partido Socialista Unificado, de Venezuela, así como delegados de los partidos del Foro de Sao Paulo, de África, entre otros.
En el encuentro, que se desarrollará en la Casa de la Cultura Ecuatoriana y en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal), se discutirá sobre las democracias en revolución, por la soberanía y la redistribución.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa; el vicepresidente del país, Jorge Glas y su colega boliviano Álvaro García Linera figuran entre los conferenciantes del foro.
En la cita participarán también los agentes cubanos que estuvieron en prisión en EEUU, tres de ellos liberados en coincidencia con el restablecimiento de relaciones entre ese país y Cuba y Laura Estela de Carlotto, representante de las Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina. EFE (I)