Correa: la «derecha cavernaria» quiere atentar contra la integración regional

Guayaquil (Guayas), 18 de febrero 2017.- El Presidente de la República, Rafael Correa, mantuvo una audiencia con el ex Presidente de la República del Uruguay, José Mujica. El expresidente, es parte de la Misión Electoral de la Unión de Naciones Suramericanas, Unasur. Foto: Pablo Reinoso / Presidencia de la República

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró hoy que existe una «derecha cavernaria» que pretende atentar contra la integración latinoamericana y dijo que «hay deliberados intentos de destruir» la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Ello en favor de la Alianza del Pacífico y del Acuerdo de Asociación Transpacífico, aunque con los anuncios del presidente estadounidense, Donald Trump, de sacar a EE.UU. de ese grupo, «se les derrumbó también el mito».

Correa, en un encuentro con corresponsales extranjeros, dijo que «cuando la derecha no puede ganar por la vía democrática», intenta «desestabilizar los Gobiernos», tal como ha intentado en Ecuador y Bolivia y conseguido en Honduras y Paraguay, donde «reaccionó la Unasur», además de en Brasil.

«Lo de Brasil es escandaloso y el mundo entero se quedó callado», dijo Correa en referencia al proceso de destitución de Dilma Rousseff como presidenta, que calificó de «golpe mediático parlamentario judicial», al tiempo que expresó su deseo de que «los pueblos de Latinoamérica despierten y vean lo que está en juego».

Se trata, dijo, de «mañoserías (malas artes) de la derecha para impedir la democracia y la elección libre de nuestros pueblos».

El gobernante ecuatoriano opinó que la integración se ha debilitado a causa de los cambios en la relación de fuerzas en la región y recordó que «antes no era así» porque, al margen de la orientación de los Gobiernos se respetaban la democracia y la unidad regional.

Ahora, señaló, la derecha «antidemocrática, incluso traidora a su propia patria, a su propia historia», atenta contra la integración, lo que ha impedido, por ejemplo en el caso de Brasil, una posición «más fuerte en Unasur», donde las decisiones se toman por consenso. EFE

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