La expectativa se mantiene en Ecuador por conocer los pasos que dará el jefe de Estado, Lenín Moreno, tras haber superado la prueba de una consulta popular y referéndum con los que tanto él como la oposición pretenden pasar página al correísmo.
Con porcentajes que van desde el 63,08 % hasta el 73,71 %, Moreno logró el respaldo popular a las siete preguntas que planteó con temas relacionados con la eliminación de la reelección indefinida y la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), que designa a las autoridades de control del país.
A esas dos preguntas, consideradas las más polémicas, se sumaron otras cinco relacionadas con la lucha contra la corrupción y la pederastia, así como la imposición de restricciones a la minería descontrolada.
Otras versaban sobre la polémica ley de plusvalía y la reducción del área de explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, y algunas de ellas requieren acción del Parlamento para ejecutarse.
Pero el primer y más evidente resultado del proceso es la salida del escenario electoral para los comicios presidenciales de 2021 del ex jefe de Estado Rafael Correa, que gobernó una década, desde 2007 hasta que entregó el poder a Moreno en mayo pasado.
Esa salida generará un cambio importante en la dinámica electoral de Ecuador, un país en el que durante la última década, Correa -excorreligionario de Moreno- obtuvo el respaldo del pueblo cuantas veces lo convocó a las urnas.
Pero ahora, el excandidato presidencial Guillermo Lasso, a quien Moreno venció en segunda vuelta en abril último, lee el triunfo del sí en la consulta como «una victoria de los ciudadanos contra Correa».
Aunque Moreno llegó al poder apoyado por Correa con el movimiento oficialista Alianza País (AP), sus primeros ocho meses en el Gobierno estuvieron marcados por una dura polémica con su antecesor, un período al que el analista político Santiago Basabe llama de «transición».
Tras haber «sacado, al menos por un momento, a su principal contendor político que era Correa, ahora (Moreno) tiene por delante decisiones políticas muy importantes, como formar una coalición de Gobierno y otras relacionadas con el tema económico», dice.
Férreo defensor del sí en la consulta, Lasso reiteró tras el proceso electoral, que se opone «al modelo económico caduco que tiene en el subempleo a 6 de cada 10 ecuatorianos».
«Vamos a ver las decisiones que toma Moreno estas semanas», comenta Basabe a Efe al asegurar que la expectación se mantiene en el país donde, en los últimos días, el gobernante ha dicho que se debe construir un «nuevo Ecuador» de forma inmediata «y de manera conjunta».
Ello, mientras Lasso recuerda que en Ecuador «durante los últimos 11 años ha gobernado un solo movimiento político que es AP. La estructura de poder que armó Correa está intacta, pues sigue vigente, por ejemplo, la Ley de Comunicación. Ahora vivimos un correísmo sin Correa», apunta.
El expresidente impulsó esa normativa de comunicación bajo el argumento de que se necesitaba una ley que regulara lo que él calificaba de «abusos» de ciertos sectores de la prensa, supuestamente vinculados a las oligarquías, pero la oposición y muchos periodistas la tildaron de «mordaza».
Basabe piensa que tras la consulta, la oposición va a empezar a desmarcarse y se posicionará «de mejor forma en función de los errores de Moreno».
«En la medida en que Moreno tenga más aciertos, a la oposición le va a costar mucho adquirir un papel relevante, estelar», dice.
Y como una de las principales críticas al gobernante ha girado en torno a que mantenga en su gabinete a cercanos de Correa, el analista cree que una «renovación inteligente» de su cuadro de ministros y una reorganización del CPCCS con «gente proba», también le restará espacios de crítica a la oposición.
Moreno «va a tener que tomar de decisiones» sobre cómo y con quién gobernará, opina y valora que tras el sendero político trazado por el proceso electoral, «el momento de Moreno es privilegiado».
Compara la situación política actual de Ecuador con una partida en la que se «va a empezar de cero. Estamos a la espera de que él (Moreno) sea el primero en darnos señales de por dónde va a ir su Gobierno», recalca. EFE