La fuga de 55 reos ocurrida ayer en un Centro de Detención Provisional (CDP) de Quito ha permitido descubrir un plan para «lograr una gran revuelta dentro del complejo penitenciario» García Moreno, al que pertenece la institución donde se produjo la huida de los reclusos, 20 de ellos capturados de nuevo. El líder de la revuelta sería un reo sentenciado por asesinato de apellido Sucho.
La presidenta del Consejo Nacional de Rehabilitación Social, Ledy Zúñiga, dijo este lunes, en declaraciones a la emisora Radio Majestad, que la huida «fue un tema planificado» que contó con «la colaboración de personal del cuerpo de seguridad y vigilancia».
El ministro de Justicia en funciones, José Serrano, dijo ayer intuir un supuesto «boicot» entre detenidos y guardias penitenciarios para propiciar la fuga masiva. Éste habría iniciado como parte de una estrategia que incluía el traslado irregular de un preso de la Cárcel Nº 2 -que cumplía condena por asesinato- hacia el CDP, que es de mínima seguridad, dado que al lugar solo ingresan los contraventores.
Según ha reportado el portal del diario oficial El Telégrafo, dicho sentenciado es de apellido Sucho. Fuentes de la Policía Nacional, citadas por El Universo, refieren que uno de los fugados (presuntamente el mencionado Sucho) es considerado de alta peligrosidad y afronta una sentencia de 25 años de prisión por el asesinato del exboxeador Jaime «la bestia» Quiñónez.
Serrano ha explicado que primero se procedió al traslado de Sucho hacia el CDP, al parecer en contubernio con los directores de los centros. Y luego, la mañana de ayer, supuestamente un guía fue amenazado con un cuchillo por Sucho tras lo cual se produjo la huida, salieron por la puerta principal y se dirigieron al mercado de San Roque, a pocas cuadras del lugar.
Serrano dijo que el sentenciado habría liderado esta trama, con el fin de provocar que durante la confusión de la fuga, los presos de las otras tres cárceles que funcionan en el mismo complejo penitenciario se amotinen, para generar también una fuga masiva, lo cual no se logró concretar.
Según Zúñiga, un hecho que «llama sobremanera la atención» es que cinco guías no acudieron ayer a su turno de trabajo ni informaron de su ausencia, algo que «en otras fuerzas es una falta gravísima» y que, en este caso «obedece a otro tipo de propósito», indicó.
Reconoció hoy que «obviamente hubo acciones negligentes» y admitió «un foco de corrupción» que involucra a «ciertos guías», al tiempo que mencionó la «falencia que ha habido en el proceso de formación de personal de seguridad», que ha durado «muy poco tiempo».
Las autoridades continúan hoy en busca de los otros 35 internos evadidos, que atravesaron cinco puertas desde el lugar donde se encontraban hasta llegar al exterior del recinto, reveló la responsable del Consejo de Rehabilitación Social.
* Con reportes de EFE
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