Santiago se paraliza para mirar al cielo y presenciar el eclipse solar

El sol queda cubierto por la luna durante el eclipse solar total, este martes visto desde el Observatorio de La Silla, situado en la región de Coquimbo (Chile). EFE/Alberto Valdés

Miles de chilenos se volcaron este martes a las calles de Santiago y otros tantos alcanzaron la cumbre del cerro San Cristóbal, situado a pocas manzanas del centro de la urbe, para disfrutar de un eclipse solar que oscureció la parte sur del continente americano.

Los que pudieron almorzar lo hicieron, mientras otros comenzaron a tomar ubicaciones rápidamente en los parques públicos, en las azoteas de los edificios y en varios otros cerros más pequeños que también se levantan en la capital chilena de 7,2 millones de habitantes.

Desde el arranque del fenómeno astronómico, a las 15.30 horas (19.30 GMT), las personas empezaron a mirar al cielo en forma intermitente tal como lo habían recomendado en los últimos días los expertos con el fin de evitar algún daño irreparable en la retina o sufrir la perforación de la mácula.

Los tipos de protección para los ojos fueron muy variados. Desde las típicas lentes de papel, a cristales de soldador e incluso algunos llevaron los mismos cascos de los que soldan al arco o al oxígeno o gafas más producidas para los amantes de la astronomía.

En las últimas horas, antes de producirse el fenómeno y ante la falta de lentes protectores para el eclipse solar, los chilenos habían colapsado las ferreterías para adquirir allí los lentes negros que utilizan los cascos para soldar.

Cuando la luna tapó el sol, cerca de las 16.40 horas local (20.40 GMT), los santiaguinos también sintieron el frío del momento, el calor del rey sol se había atenuado al máximo y les recordaba a las personas que Chile vive a plenitud el invierno austral.

Pero también en ese momento, la gente aplaudió a rabiar, en el clímax del fenómeno, un momento que estremeció a muchos de los que observaban el fenómeno tanto en el San Cristóbal como en las calles y parques de la capital chilena.

Era predecible. Para muchos, los creyentes en la metafísica, en los astros, en la astrología, un eclipse puede significar muchas cosas.

Tras pasar por Chile, que mira al Pacífico, el fenómeno pasó a Argentina por las provincias de San Juan, La Rioja, San Luis, Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires para terminar a las 20.43 GMT en la ciudad de Chacomús, ya en el océano Atlántico.

Además, el eclipse fue visible de manera parcial en países como Paraguay, Uruguay, Perú y Brasil.

Según los astrónomos, el eclipse fue visible en un 100 % en las regiones norteñas de Atacama y Coquimbo desde las 16.38 horas local (20.38 GMT), mientras en Santiago la intensidad del fenómeno sólo alcanzó un 92 %.

Este 2 de julio marcó el inicio de una época de fenómenos astronómicos, que culminará con un nuevo eclipse que se producirá el 14 diciembre 2020 y que será visible en el sur de Chile, en las regiones de la Araucanía y Los Ríos. EFE

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