Opinión

Resistencia

Por Carlos Jijón

Pocas veces he sentido tanta vergüenza de la conducción del poder legislativo en el Ecuador. Y pocas veces ha sido tan inútil en este último período democrático. Es cierto que primero habría que determinar si en realidad estamos viviendo una democracia: pero desde que don Assad Bucaram fuera elegido Presidente de la Cámara Nacional de Representantes, en el ya lejano 1979, no habíamos llegado nunca al punto de que un congreso no fiscalice en años, se limite a votar los textos que el Ejecutivo le envía redactados para su aprobación, y que incluso ha pretendido, recurriendo para ello a artimañas, que los de su propio seno sean enjuiciados por el Gobierno a causa de las opiniones que han emitido en sus debates.

[…]