Rafael Correa
Correa decidirá mañana si va a Cumbre de Cartagena
El Ciudadano insiste en desmentir que Correa dijera «pelagatos» a los indígenas
Correa desmiente que le haya dicho «pelagatos» a los del 8-M
Colombia continúa gestiones para que Correa asista a Cumbre
La violencia del poder
Quito, Ecuador
No tiene absolutamente ningún sentido que, temprano por la mañana del jueves 22, varios funcionarios del Ejecutivo realicen llamados para que se desarrollen pacíficamente las movilizaciones callejeras si la Marcha por el Agua, la Vida y la Dignidad, desde que empezó el 8 de marzo, ha sido atacada por una escalada de violencia simbólica expresada en las palabras y en los gestos del presidente Rafael Correa y en la infame propaganda concebida por el régimen y pagada con dineros públicos. Esto es la doblez: hacernos creer que el gran poder propicia la neutralidad cuando, en realidad, ha preparado un terreno minado.
Correa insiste en que ha derrotado a los indígenas
Liberan a los policías acusados de intento de magnicidio el 30S
Gobierno dice que siempre ha estado dispuesto al diálogo
Elegir entre Washington y los Castro
Ciudad de México, México
Hace 31 años Fidel Castro fue informado por el gobierno de México que no podría asistir a la Cumbre Norte-Sur por celebrarse en Cancún. El anfitrión y organizador del encuentro, el entonces presidente José López Portillo, se vio obligado a no requerir a quien había llamado “mi comandante”. Ronald Reagan, a la sazón presidente de Estados Unidos, fue muy claro: si iba Castro, no iría él. Y aunque Cuba presidía en aquella época el Movimiento de Países No Alineados, carecía de sentido una reunión sobre desarrollo económico en el mundo sin Estados Unidos. Cuando fue notificado Castro de esta mala noticia, hizo un berrinche monumental, pero al final del día no tuvo más remedio que aceptar.
