
Opinión
«Tachito»
Hernán Pérez Loose
Guayaquil, Ecuador
Los presidentes dictadores que poblaron el mapa de América Latina a inicios del siglo XX, desde los Trujillo hasta los Gómez, deben estar festejando donde se encuentren al ver cómo cien años más tarde su estilo de ejercer el poder de una forma ilimitada, paternalista, omnisciente y personalista, ha regresado a la región. Era el legendario modelo de la “Banana Republic”, donde un solo capataz, elegido democráticamente o impuesto por la fuerza, era administrador, legislador y juez a la vez, como un dios trino, y donde lo grotesco y lo ridículo terminaban por ser aceptados y hasta aplaudidos.