China celebra este jueves el Día de los Enamorados oriental, también conocido como Fiesta del Doble Siete, y Ecuador, un país que se precia de tener las mejores rosas del mundo, intentará convencer a los amantes orientales de que la mejor manera de expresar su amor es con ramilletes de estas flores latinas.
Para ello, el Consulado de Ecuador en Cantón, la principal ciudad del sur de China, ha organizado hoy varios actos de promoción de las rosas del país, entre las que destaca el despliegue de un gran mural elaborado con estas flores en uno de los lugares más bulliciosos de esta metrópoli, el centro comercial Grand View.
En este lugar, un gran arreglo floral elaborado con más de 3.000 rosas traídas desde Ecuador muestra a los visitantes peculiaridades que diferencian este producto de las cultivadas en otras latitudes, desde su largo tallo (1,5 metros) a su gran botón, o el hecho de que pueden aguantar hasta 15 días frescas después de ser cortadas.
«Nos interesa mucho promocionar las rosas ecuatorianas en el mercado chino, especialmente en un día como hoy, en el que los chinos celebran su San Valentín particular», contó a Efe la cónsul de Ecuador en Cantón, Mariella Molina, quien lleva varios años empeñada en que este producto triunfe en el mercado chino.
La Fiesta del Doble Siete (llamada así porque se celebra en el séptimo día del séptimo mes del calendario lunar chino) conmemora la única jornada del año en el que, según la tradición oriental, pueden encontrarse dos amantes mitológicos que viven en el firmamento: Niulang, el pastor de vacas, y Zhinu, el hada tejedora.
Niulang es para los chinos la estrella Altair y Zhinu es simbolizada por Vega, astros que sólo en tal día como hoy, cada año, están alineados en el firmamento.
En este día, y aunque muchos enamorados chinos también festejan el San Valentín occidental cada 14 de febrero, millones de parejas celebran banquetes, salen de fiesta o se hacen regalos, entre los que las flores son uno de los obsequios estrella (casi la mitad de las que se venden en el país todo el año se consumen hoy).
«El sector florícola ecuatoriano ha apostado durante mucho tiempo por Estados Unidos, Europa y Rusia, pero ahora estamos en una etapa introductoria en China, donde a pesar de la distancia el público está respondiendo muy bien», subrayó Molina.
China importa desde Ecuador rosas valoradas en 1,3 millones de dólares, según cifras de 2014, y las ventas (sólo superadas por las de petróleo, camarón, banano y cacao ecuatorianos) ya están aumentando un 78 por ciento interanual en el primer semestre de 2015 con respecto al mismo periodo del pasado año.
Además de con el mural, que podrán visitar los cantoneses durante los próximos cinco días, se han lanzado operaciones de promoción de estas flores a través de internet, talleres de arreglos florales, ofertas especiales en floristerías y otras actividades para dar a conocer un producto que habitualmente se comercializa en tiendas chinas de lujo.
La rosa ecuatoriana, que compite en el mercado internacional con las de otros productores tradicionales (Colombia, Kenia…) tiene un aspecto peculiar que deriva de la gran altura a la que se encuentran algunas de sus tierras de cultivo, próximas a los 3.000 metros.
Los cultivos se encuentran especialmente en áreas como Cayambe, Tabacundo (Pichincha), Azuay o Cotopaxi, lugares donde este sector da empleo a más de 120.000 personas.
«Es importante que los consumidores chinos conozcan sus características, que se pregunten por qué estas flores son tan especiales», subraya la cónsul, quien busca que los enamorados chinos hoy lo tengan claro: si quieren que su media naranja les ame, nada mejor que una espinosa rosa del lejano Ecuador. EFE (I)