El coronavirus actual no saltó de los pangolines a humanos, apunta un estudio

Fotografía cedida por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y los Laboratorios Rocky Mountain (RML) por vía de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de una imagen de microscopio electrónico que muestra (objetos en azul) al SARS-CoV-2, el virus que causa el brote del coronavirus COVID-19, emergiendo de la superficie de las células cultivadas en el laboratorio (El virus que se muestra fue aislado de un paciente en los EE. UU.). Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) aseguraron este martes que el coronavirus COVID-19 se propagará por Estados Unidos y que las familias del país deben prepararse para una pérdida de ingresos y cambios en la vida cotidiana. EFE/ NIAID-RML

Los osos hormigueros escamosos o pangolines son huéspedes naturales de coronavirus, pero «no es probable» que sean la fuente directa del reciente brote en los seres humanos, según un estudio publicado este jueves en la revista PLOS Pathogens.

El pasado diciembre, un brote de la enfermedad COVID-19 surgió en Wuhan, China, y estudios recientes demuestran que el virus que causa la enfermedad, el SARS-CoV-2, podría haberse originado en murciélagos.

La comunidad científica cree que el SARS-CoV-2 pudo haberse extendido a los humanos desde otro huésped intermedio, pero, si bien se habló en un primer momento del pangolín, la fuente todavía es desconocida.

Para controlar eficazmente la enfermedad y prevenir nuevos brotes, es fundamental identificar el origen animal de este coronavirus, señala una nota de la revista.

En el nuevo estudio, Jinping Chen, del Instituto de Recursos Biológicos Aplicados de Guangdong, y sus colegas han intentado avanzar en este sentido. Para ello, reunieron el genoma completo de un coronavirus identificado en dos grupos de pangolines malayos enfermos.

Los resultados sugieren que, si bien el coronavirus en estos animales podría estar genéticamente relacionado con el SARS-CoV-2 y con un grupo de coronavirus de murciélagos, el virus que ocasiona la COVID-19 no surgió directamente de los pangolines.

«Aunque este estudio no apoya la idea de que los pangolines son un huésped intermedio directamente responsable de la aparición del SARS-CoV-2, es posible que existan otros coronavirus en los pangolines», señalan los autores.

Los científicos creen que estos animales podrían ser huéspedes naturales de los betacoronavirus con potencial desconocido para infectar humanos.

La vigilancia a gran escala de los coronavirus en estos animales podría mejorar «nuestra comprensión del espectro de los coronavirus que circulan en el medio silvestre, y podría ayudar a prevenir y controlar las enfermedades infecciosas emergentes».

Según los investigadores, la conservación de la vida silvestre y la exposición limitada a la misma serán importantes para reducir al mínimo el riesgo de que los coronavirus pasen de los animales salvajes a los seres humanos. EFE

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