El convento de Santa Clara abierto al público luego de 415 años

El convento de Santa Clara albergará una exposición con 61 obras del barroco quiteño en el marco de la declaratoria de Quito como Capital Americana de la Cultura.

Con un pequeño patio como antesala, el convento de Santa Clara se abre a los curiosos visitantes después de que se asentara en Quito hace 415 años. Este es el segundo monasterio que se construyó en la capital con el objetivo de que se preparen órdenes femeninas, como lo presenta diario Hoy.

Los dobles arcos son su principal característica y se abre a través de estos el patio central del convento, adornado por una de las piletas más antiguas de Quito y acompañado de árboles y plantas que llevan una larga historia de devoción de las hermanas clarisas.

«Este monasterio se creó con le objetivo pragmático de dar ocupación a jóvenes que no tenían un futuro como familia», explicó Ximena Escudero, del Instituto Metropolitano de Patrimonio.
Este convento forma parte de la orden de los franciscanos y lleva 800 años de permanencia en el mundo.

En el marco de Quito, Capital Americana de la Cultura, este monasterio albergará a 61 obras pictóricas y esculturas de los artistas Miguel de Santiago, Johanes López, Manuel Samaniego, Bernando Rodríguez, Joaquín Pinto, Caspicara y Bernardo de Legarda.

Esta exposición fue expuesta previamente en Alemania y se presentará en Quito. Según Jacinto Collaguazo, del Instituto Metropolitano de Patrimonio, «era importante presentar esta exposición en la ciudad de donde provienen estas obras de arte».

«Las obras que se presentan son de arte religioso y no sacro, pierden la condición de sacro al ser presentadas fuera de las iglesias», manifiestó Escudero a manera de aclaración a los visitantes.

Con la coordinación de la Secretaría de Cultura, se realizaron adecuaciones al monasterio para la presentación de las obras. Estos arreglos se realizan desde mediados del mes de mayo.

Se habilitaron cinco espacios en los que concluyen obras con temas específicos: la evangelización, la pasión de Cristo, santa Marianita de Jesús, la virgen y las órdenes religiosas en Quito son los temas de la exposición.

Se contará también con un espacio destinado para destacar las actividades que desarrollan las hermanas clarisas que viven en este convento, los cortadores de ostias y materiales que utilizan para la preparación de sus productos.

Se pondrá a disposición de público que asista a la exposición una cafetería y una tienda para que se pueda consumir los productos elaborados por las manos de las hermanas de esta orden, como una forma de aportar económicamente a las hermanas de esta misión.

Son actualmente 17 hermanas profesas y una novicia las que habitan en este claustro. Tienen entre sus actividades una panadería en la que realizan sus famosas galletas y pan artesanal, realizan cremas, bordados y vinos. Todo esto lo expenden regularmente al público. Ellas estarán presentes en el recorrido.

La exposición contará con seguridad interna y externa y cámaras de circuito cerrado que cuidarán las obra. Seis guías especializados llevarán a grupos de 10 personas en intervalos de 10 a 15 minutos de diferencia por los patios del monasterio a observar las obras de los grandes exponentes de este denominado arte mestizo.

En el trayecto, se puede observar el misterio de esta edificación y se conocerán los mitos e historias que están presentes en sus siglos de existencia.

El misterio y la belleza son la tónica principal de la muestra que se inaugura mañana de forma gratuita y estará a disposición de propios y extraños por un mes.

El convento está ubicado en la calle Rocafuerte y Cuenca, en el centro histórico de Quito. (AZ)

El dato

El Barroco quiteño abarca los territorios de la antigua Audiencia de Quito en tiempos de la colonia española. Especialmente el altiplano quiteño y los andes desde Pasto (Colombia) hasta Cajamarca (Perú). Es representado en las artes por la denominada Escuela Quiteña, que se caracterizó por un fuerte contenido de representaciones indígenas quichwas. Las características que denotan la raigambre indígena en el arte andino son una quiteñización de los personajes: muchos tienen rasgos mestizos y atuendos locales, aparecen con frecuencia costumbres ancestrales aborígenes, las escenas se ubican en un ambiente propio del paisaje andino, de sus ciudades, de su arquitectura, existe la presencia de fauna local llamas en lugar de camellos y caballos, el uso del cuy en sustitución del Cordero Pascual. Esto es la tónica de este arte que no quería perder su identidad.

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1 Comment

  1. felicitaciones a todos quienes hacen posible la exposicion del arte barroco quiteño, en el convento de Santa Clara, los quiteños y principalmente los escuatorianos debemos aprovechar al maximo este tipo de exposiciones donde muchos visitantes,  latinos, europeos y criticos al arte, tengamos el honor de ser participes con la historia, y de la muy criticada existencia de la escuela Quiteña, de obras que han permanecido en el olvido para los ecuatorianos, ese mismo patrimonio artistico, y cultural,  araigado al anonimato y no por sus artifices, sino por instituciones que han permitido,  que muchas obras se encuentren en conservación, y muchas de ellas con el pasar del tiempo en el olvido, gran ejemplo de ello llo que poseen en el carmen bajo y la concepción teniendo mucho que mostrar al mundo en arte quiteño, me despido con esta frase, uno solo se ama lo que se conoce, felicitaciones a la gran iniciativa pedagogica en textos de la Dra. Ximena Escudero.

    adelante Ecuador que tenemos mucho que mostrarle al mundo.

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