Secuestro exprés creció en Guayaquil

Los dos jóvenes iban en un auto por La Rotonda, un sector residencial y comercial (norte de Guayaquil).

Eran aproximadamente las 21:30 del pasado jueves, cuando Jennifer M. circulaba por ese sector de la urbe acompañada de un amigo. En ese momento fueron interceptados por dos desconocidos abordo de otro vehículo.

“Estaban armados. Bajo amenazas de muerte tomaron el control del carro y nos llevaron a la ciudadela Ceibos Norte”, relataba Jennifer al día siguiente, en uno de los cubículos de recepción de denuncias que la Fiscalía tiene en las oficinas de la Policía Judicial, en el noroeste de la ciudad.

Uno de los desconocidos obligó a la pareja a permanecer en el automóvil, mientras el otro aprovechaba para sacar dinero de cajeros con las tarjetas de débito sustraídas a las víctimas.

Jennifer relató en la Fiscalía que ella y su acompañante estuvieron retenidos por aproximadamente cuatro horas. “Pude observar que había cómplices de los delincuentes. Iban en dos vehículos adelante custodiando”.

La noche de ese jueves hubo otras cuatro denuncias de secuestro exprés en la ciudad. Tres de ellos se reportaron en el norte y centro de la urbe porteña.

En Guayaquil, la modalidad de secuestro extorsivo, más conocida como secuestro exprés, ocurre con frecuencia en sectores del centro y norte, y en horas de la noche. La información se desprende de las estadísticas que maneja la Fiscalía del Guayas.

En la última semana, otros 12 casos de secuestro exprés se registraron en esos sectores de la ciudad. En los datos de ubicación y frecuencia de los delitos que maneja la Policía, se determina que esta modalidad de asalto a personas es muy alto en el área comprendida entre la avenida 9 de Octubre y el parque Victoria. Y, son altos, en los sectores de las ciudadelas Kennedy, Urdesa y Urbanor, todas en el norte.

Jorge M. vivió 30 minutos de pánico la noche del jueves último. A las 20:00, él conducía su automóvil azul, por la vía Perimetral, en el noroeste de la urbe.

Circulaba por el ingreso de la vía Casuarina, conocido como entrada de la línea 8, cuando tres desconocidos embarcados en otro vehículo le cerraron el paso.

Los asaltantes aprovecharon que Jorge detuvo su vehículo en un semáforo. “En ese instante dos sujetos me obligaron a que me pasara al asiento posterior de mi automóvil, y el tercer lo condujo con rumbo desconocido”.

A Jorge, los secuestradores le quitaron los documentos y las tarjetas de crédito. Luego de retirar dinero de sus cuentas, lo dejaron abandonado en un sector desolado de otro lado de la ciudad.

Según los registros de la Fiscalía del Guayas, entre enero y julio de este año se reportaron 97 denuncias de secuestro exprés en diferentes sectores y hay un promedio de 5 denuncias semanales.

Los casos empezaron a repuntar desde junio, cuando se presentaron 28 denuncias, 18 más que en mayo. No obstante, solo entre el miércoles y el viernes pasado se reportaron 16 casos.

La Policía presume que hay bandas delictivas especializadas que operan bajo esta modalidad de asalto en Guayaquil.

Carlos Aguirre, jefe del Comando Policial del Guayas, dice que mediante las pesquisas de personal de Inteligencia se ha logrado identificar cómo y de qué manera actúan estas organizaciones.

Hace 15 días, la Policía mostró a cinco sospechosos de pertenecer a una presunta banda de secuestro exprés que habría operado en el norte de la ciudad.

Sus integrantes fueron detenidos cuando conducían un vehículo con su propietario amarrado y amordazado en la cajuela. La Policía detuvo a los presuntos delincuentes por su actitud sospechosa. Al revisar el auto, se encontrado con el hombre plagiado.

La Policía también identificó una nueva variante del secuestro exprés, se trata de la selección y seguimiento previo de las potenciales víctimas. Una banda dedicada supuestamente a esa variante de secuestro extorsivo fue desarticulada en abril pasado por elementos de la Unidad Antisecuestros (Unase) de la Policía.

Los uniformados contaron durante la presentación de los sospechosos que la banda averiguaba el lugar de residencia y de trabajo de la víctima, las rutas y horarios de sus recorridos.

Según un uniformado de la Policía Judicial, las bandas utilizan supuestos taxis amarillos como señuelos para abordar a sus víctimas y secuestrarlas. “El taxi es seguido de cerca por uno o dos vehículos, a veces sin placas, que alertan sobre la presencia de algún policía”, menciona el oficial.

Es precisamente lo que les sucedió a Fidel T. y una amiga, la madrugada del pasado jueves. La pareja tomó un taxi amarillo en la ciudadela Kennedy Norte, a las 03:00. Pero el vehículo tomó otro rumbo y en una parte del trayecto dos autos se atravesaron al taxi. “De los carros se bajaron dos tipos armados, se subieron al taxi y bajo amenazas de muerte nos robaron”. La pareja fue abandonada en la periferia de la ciudad.

Según la Fiscalía del Guayas, el 62% de los casos de secuestro exprés de las últimas tres semanas se registraron entre las 18:00 y las 24:00 del día, mientras que otro 25% de casos se produjeron entre las 06:00 y las 12:00.

Al tomar un taxi

Pida siempre el servicio de taxi a domicilio, aunque esté en la calle. Confirme que la operadora le dé el número del celular del conductor de la unidad.

Si a su casa llega más de un vehículo tome el que le asignó la operadora. Dígale al taxista cuál es su ruta preferida o la que para usted es la mejor opción.

Si lo toma en la calle, elija uno que ya venga circulando y no los que se arriman o detienen buscando su llamado.

Nunca tome los taxis que se detienen o permanecen estacionados al salir usted de bancos o entidades bancarias.

Otras formas de secuestro

Según expertos en seguridad, el secuestro exprés se puede confundir con el secuestro común, aunque el primero es menos selectivo con las víctimas.

Enrique Núñez, especialista en temas de seguridad y proveedor de servicios de seguridad electrónica, dice que el secuestro exprés se caracteriza por ser un plagio de corta duración, con el fin de obtener de la víctima todo el dinero posible de sus cuentas bancarias.

«La poca confianza en las autoridades y la participación de ciertos elementos de la Policía en este delito influye en el ánimo de la víctima para denunciarlo».

Según el experto, a diferencia del secuestro normal, el secuestro exprés está enfocado a cualquier persona que no tenga medios para pagar por la seguridad privada para protegerse.

«Se practica como un negocio para mucha gente de clase media-baja, especialmente en México desde la década de los 90. El delito tiene variaciones de país a país», manifiesta.

El denominado ‘paseo millonario’ es un caso particular de secuestro exprés. La persona es privada de la libertad en el momento en que toma un taxi. El conductor detiene el vehículo más adelante y recoge a uno o dos pasajeros que intimidan a la víctima.

Fuente: diario El Comercio

Más relacionadas