Strauss-Kahn se confiesa en TV y admite «falta moral»

París, 18 sep (EFE).- Cuatro meses después de su detención, de regreso en su país y libre de cargos por presunta agresión sexual, el exdirector del FMI, Dominique Strauss-Kahn confesó hoy haber cometido una «falta moral» y sugirió que pudo haber sido víctima de un complot o trampa.

Entrevistado en la televisión francesa, en hora de máxima audiencia, un DSK serio y con traje oscuro se enfrentó por primera vez a la opinión pública de su país para explicar qué ocurrió el 14 de mayo en la suite de un hotel de Nueva York, donde una camarera le acusó de agredirla sexualmente.

Un caso que le costó el cargo de director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y que ha acabado con sus aspiraciones a convertirse en el próximo presidente de Francia.

«Lo que ocurrió no fue ni violencia, ni coacción ni agresión», zanjó el político socialista, quien recordó que el informe del fiscal del caso -ya no existen cargos penales contra DSK en Estados Unidos- indica que no hubo «pruebas de violencia» sobre Naffissatou Diallo, la camarera del hotel Sofitel.

Sin dar más detalles, DSK dejó caer un «es posible» cuando se le preguntó si consideraba que podría haber sido objeto de una «trampa» en aquel hotel neoyorquino; y contestó con un «veremos» cuando la entrevistadora le interrogó sobre si pensaba que hubo «complot».

«Tuve miedo, mucho miedo», dijo en la entrevista Strauss-Kahn sobre los métodos empleados por las autoridades estadounidenses durante su detención y, en general, por el trato al que fue sometido en aquel país.

Dominique Strauss-Kahn, y su mujer, Anne Sinclair.
Reconoció que la «falta moral» que admite haber cometido le enfrenta en primer lugar con su familia y con los franceses, ante los que confirmó además que no será candidato a las elecciones presidenciales del próximo año.

La relación que mantuvo con la camarera, asumida por DSK como «inapropiada», le ha conducido a «faltar» a su «compromiso con los franceses», explicó el que fue ministro de Finanzas, quien además dijo a sus conciudadanos que pretende reflexionar y tomarse su tiempo para decidir qué hará en el futuro.

«No soy candidato a nada y en estas condiciones lo primero (que voy a hacer) es descansar, voy a encontrarme con los míos. Voy a tomar un tiempo para reflexionar. Pero toda mi vida ha estado dedicada a intentar ser útil al bien público y, veremos», agregó en lo que parece es un adiós no definitivo a la vida pública francesa.

«No creo que sea mi papel el de inmiscuirme en las primarias», declaró respecto al proceso de elección de candidato lanzado por su formación política, el Partido Socialista (PS), tres días después de que los seis compañeros de partido que aspiran a la candidatura presentaran públicamente sus propuestas en un debate en televisión.

Naffissatou Diallo, la camarera acusadora.
DSK, en contra de lo que en los últimos días habían hecho circular algunas personas próximas de su partido, sí se explicó sobre el suceso de Nueva York, el mismo día en que un sondeo publicado en la prensa indicaba que solo a una minoría de los franceses le interesa ya saber lo que pasó en una habitación de hotel entre el político y la camarera.

Y aprovechó para insistir en que «toda esta historia es una mentira» y para recordar a los telespectadores que los cargos contra él han sido retirados en Estados Unidos porque no hay motivos para continuar con el caso ni hay pruebas.

Avanzó que no tiene intención de negociar en relación con el proceso civil que aún está abierto contra él por parte de los abogados de Diallo, quienes antes de la entrevista pusieron en duda que ésta fuera incisiva ya que la entrevistadora, Claire Chazal, es amiga de Anne Sinclair, la esposa de Strauss-Kahn.

Y dijo en resumen que no tuvo más remedio que alojarse, una vez en libertad provisional en Nueva York, en una casa cuyo elevado alquiler provocó entre muchos en Francia estupefacción, al tratarse de un político socialista y a pesar de que a DSK se le conozcan de sobra sus inclinaciones por el lujo.

Sobre el otro caso que le espera en Francia, la acusación de la periodista Tristane Banon, sobre un presunto intento de violación, DSK afirmó que esta mujer presentó a la opinión pública una «versión imaginada» de lo que sucedió entre ambos.

«No hubo ningún acto de agresión, ninguna violencia, no diré más», se limitó a declarar sobre el caso, después de afirmar su «respeto por las mujeres» y conceder que en estos meses ha dejado atrás una cierta «ligereza» en su pasado, en las relaciones con el otro sexo.

Mientras, en el exterior de los estudios donde DSK hacía sus declaraciones, cerca de medio centenar de mujeres protestaban contra el exdirector del FMI, a quien desde una pancarta calificaban de «homo erectus erectus» y desde otra pedían a su mujer «que lo castre». EFE

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