La pugna presidencial francesa será entre Sarkozy y Hollande

PARIS (AP) — La renaciente izquierda francesa, montada sobre la rabia popular contra el presidente conservador Nicolas Sarkozy y los mercados financieros mundiales, eligió el domingo al ex dirigente del Partido Socialista Francois Hollande como su candidato para las elecciones presidenciales del próximo año.

Las preocupaciones de los votantes sobre el alto desempleo, los recortes de gastos y qué hacer con la elevada deuda gubernamental han sido el telón de fondo de las elecciones primarias del Partido Socialista, y es probable que dominen la campaña presidencial.

Hollande, un legislador de izquierda moderada de 57 años, es un discreto constructor de consensos que asegura que su principal atractivo es que no le gusta llamar tanto la atención como Sarkozy. Hollande fue por mucho tiempo el compañero sentimental de la candidata de los socialistas en las últimas presidenciales, Segolene Royal.

Hollande no tiene grandes propuestas para resolver la crisis de la deuda europea, que le está costando a Francia miles de millones de dólares y desestabiliza los mercados mundiales, o para reactivar el crecimiento en la quinta economía más grande del mundo. O para resolver las tensiones con los inmigrantes.

Y él es poco conocido fuera de Francia, un potencial obstáculo para alguien que quiere dirigir a un país con armas nucleares y poder diplomático. Los conservadores de Sarkozy rápidamente criticaron su victoria y la calificaron como superficial.

Sin embargo, las encuestas de opinión sugieren que Hollande podría desbancar fácilmente a Sarkozy, quien se espera que busque un segundo mandato presidencial de cinco años en las elecciones de abril y mayo. Los votantes de izquierda ven a Hollande como su candidato más elegible, en momentos en que están sedientos por la primera victoria presidencial de un socialista desde 1988.

Con 2,3 millones de votos contados tras la segunda vuelta del domingo, el Partido Socialista dijo que el 56% de los votos fueron para Hollande y el 44% para su rival Martine Aubry, la autora de la ley que permitió la semana laboral de 35 horas.

El partido estima que más de 2,7 millones de personas votaron en la segunda vuelta del domingo, abierta a todos los votantes que declararan lealtad a los valores de izquierda.

A principios de este año, la mayor esperanza de los socialistas para derrotar a Sarkozy era Dominique Strauss-Kahn, quien dirigió el Fondo Monetario Internacional hasta que fue encarcelado en mayo en Estados Unidos acusado de intentar violar a una mucama en un hotel de Nueva York. Los fiscales después retiraron los cargos, pero el incidente destrozó la reputación de Strauss-Kahn y sus ambiciones presidenciales.

Hollande hizo pocas promesas en sus tres discursos de victoria, y en lugar de eso se centró en la necesidad de mantener unida alrededor suyo a la izquierda francesa, la cual ha estado dividida durante mucho tiempo.

«Yo percibí las preocupaciones que rodean nuestro futuro común: los trastornos de las finanzas, los excesos de la globalización, las insuficiencias de Europa y los múltiples ataques a nuestro medio ambiente», dijo en un discurso.

Más tarde, reconoció las recientes protestas anticapitalistas en Europa y dijo que esa rabia va en aumento en Francia, también. «Tenemos que ser capaces de … escuchar esos gritos, esas alertas que se están levantando en nuestro país».

El programa Hollande pide más gasto para revertir los recortes en educación del gobierno de Sarkozy, un nuevo contrato de trabajo para estimular a las empresas a contratar más jóvenes, y atención a la reducción del alto déficit presupuestario de Francia.

El programa dice poco sobre asuntos internacionales, además de abogar por un «pacto» sin especificar con Alemania, el motor económico de la Unión Europea, para impulsar el proyecto europeo que en la actualidad enfrenta dificultades.

Martine Aubry reconoció rápidamente que había sido derrotada por Hollande en la primaria.

Aubry y Hollande encabezaron la primera ronda de las primarias del principal partido opositor francés, que se celebró hace una semana, por lo que participaron en una segunda vuelta.

Entre los perdedores de la primera ronda estaba Royal, la madre de los cuatro hijos de Hollande. Ellos se separaron después de la derrota de Segolene contra Sarkozy en 2007, pero aparecieron juntos tras la victoria de Hollande el domingo en un claro mensaje de unidad.

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