Al menos diez personas murieron hoy en Saná en los violentos combates librados entre la Guardia Republicana, leal al presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, y soldados desertores y milicianos tribales, según fuentes médicas y militares.
Las fuentes indicaron que entre los fallecidos hay cinco soldados desertores pertenecientes a la Primera Brigada Blindada, tres miembros de la Guardia Republicana y dos civiles.
Los enfrentamientos se desataron por un lado en el cuartel de la Primera Brigada Blindada, comandada por el general Ali Mohsen al Ahmar, y por otro en los alrededores del barrio de Al Hasaba, donde tiene su residencia el líder tribal opositor, Sadeq al Ahmar.
Desde el pasado jueves se mantienen los duros choques en esa zona entre los seguidores del líder tribal y las fuerzas leales a Saleh, en los que ya han muerto al menos 25 personas.
A estos combates se sumó hoy el ataque de la Guardia Republicana, dirigida por el hijo de Saleh, Ahmed, al cuartel de la Primera Brigada Blindada, que desencadenó también en violentos choques.
La sede de esta unidadm que desertó el pasado marzo y dio su apoyo a los opositores, se encuentra cerca de la plaza Al Taguir (cambio en árabe), epicentro de las protestas contra Saleh.
En cuanto a las víctimas civiles, fuentes médicas señalaron que una joven murió de un disparo cuando estaba en la escuela, ubicada en el barrio Al Yaraf, cercano al cuartel de la Primera Brigada Blindada.
Además, uno de los trabajadores de la televisión independiente yemení «Al Saida» murió y otro resultó herido por disparos en el barrio de Al Sufan, donde se enfrentan el ejército y los milicianos tribales, según la propia cadena.
Este repunte de la violencia coincide con el anuncio del Gobierno yemení de que está dispuesto a colaborar con la resolución emitida ayer por el Consejo de Seguridad de la ONU, que pide a Saleh abandonar el poder.
Una fuente oficial señaló que el gobernante Partido del Congreso General Popular está preparado para continuar el diálogo inmediatamente con la coalición opositora «Encuentro Compartido» para «sacar al país de la crisis y preservar la unidad y estabilidad del Yemen».
Ayer el Consejo de Seguridad de la ONU decidió por unanimidad pedir a Saleh que firme la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), que estipula su salida del poder, y ponga fin a la represión de las manifestaciones pacíficas. EFE