Una muestra curada por un literato en el Louvre

 

El Museo de Louvre otorgó al Nobel francés de Literatura Jean-Marie Le Clézio la realización de una exposición. En la muestra ‘Los museos son mundos’ Le Clézio rechaza el eurocentrismo de la cultura y muestra trabajos de zonas y artistas que generalmente no se ven en espacios de exhibición como el Louvre.

El arte popular de México como retablos de exvotos mexicanos, carros decorados por chicanos en Los Ángeles y máscaras, entraron al famoso museo en esta exposición.

La exhibición ‘Los museos son mundos’ busca impugnar la noción de arte como se concibe ahora en Occidente, explicó el Nobel de Literatura 2008 en una conferencia de prensa el jueves en el Louvre, en la que reafirmó su rechazo al eurocentrismo y a “una jerarquía en el arte, según publicó La Jornada.

Todas las culturas son producto del mestizaje, incluso la griega, destacó en la rueda de prensa el autor de Diego y Frida, quien rara vez aparece en público y muy poco se presta a entrevistas o conferencias de prensa.

Para esta exposición, que abre sus puertas el sábado en la sala de la Capilla del Louvre, Le Clézio, de 71 años, ha privilegiado cuatro zonas del mundo: México, Haití, África y Vanuatu, escogiendo obras y artistas que no se ven nunca en los grandes museos, y que quiere confrontar con piezas de las colecciones del recinto parisino.

Este gran defensor del multiculturalismo ha diseñado también una rica programación pluridisciplinaria, que se desarrollará a lo largo de noviembre en las salas del museo, con piezas de teatro, lecturas, películas, conferencias y conciertos.

Para la exposición, que concluirá en febrero de 2012, el escritor escogió esteras tejidas por mujeres del archipiélago de Vanuatu; lienzos de pintores populares, de Haití, como Hector Hyppolite; esculturas de Nigeria, y hasta Low Riders, esos llamativos automóviles clásicos modificados, que son una forma de expresión de la cultura mexicana en Estados Unidos.

Escena inédita: la canción rancheraEl rey sonaba hoy a todo volumen en un pasaje del Louvre, donde uno de esos espectaculares coches se preparaba para ser instalado bajo la hermosa Pirámide de cristal del museo parisino.

La muestra incluye también máscaras mexicanas prestadas por elgran poeta Homero Aridjis, indicó Le Clézio, quien vivió en México, en los años 60.

El Nobel de Literatura francés presenta también en el Louvre bonitos retablos exvotos del artista popular Alfredo Vilchis Roque, que cuelgan al lado de un autorretrato de Frida Kahlo, así como una instalación de Betsabé Romero, La serpiente y sus plumas.

Esa obra –tres espirales suspendidas semejando serpientes– es resueltamente contemporánea, pero evoca también la cultura precolombina.

La cultura mexicana tiene una impronta muy fuerte, aunque como las serpientes, cambia de piel, dijo Romero, quien expresó, al igual que Le Clézio, su rechazo a una división entreuna cultura alta y una baja.

Le Clézio es el séptimo creador a quien el Louvre da carta blanca, después del escritor italiano Umberto Eco y el compositor francés Pierre Boulez, entre otros artistas a quienes el museo invitó a volcar una mirada nueva sobre sus colecciones y diseñar una programación pluridisciplinaria.

La de Le Clézio es de una inusitada riqueza. Mi primera invitada es Charlotte Wè Matansué, del archipiélago de Vanuatu, quien teje alfombras y cuenta cuentos. En sus poemas ella da voz a animales, piedras y ríos, indicó el autor.

El programa comienza este jueves por la noche, con una conferencia inaugural del autor quien, fiel a su pasión por el cine desde joven, ha incluido cinco filmes, entre ellos El salón de música, del indio Satyajit Ray;Dersu Uzala, de Akira Kurosawa;Corazón de fuego, de Luigi Falorni, sobre los niños soldados, y La luz, del maliano Souleymane Cissé.

El Museo del Louvre presentará también una pieza adaptada de la novela de Le Clézio, Pawana, que denuncia la matanza gratuita de ballenas.

El escritor, quien vivió en Nuevo México, no ha olvidado los Zoot Suit,una serie de peleas en Los Ángeles, durante la Segunda Guerra Mundial, entre chicanos y soldados que regresaban de la guerra, y ha invitado a hijos de esos chicanos víctimas de racismo a prestar testimonio en el Louvre.

La abundante agenda tiene también un capítulo musical, con una velada dedicada al Bolero, de Maurice Ravel, y otra en la que el grupo de música electrónica Bot’Ox acompañará la proyección del filme mudo La pasión de Juana de Arco, de Carl Theodor Dreyer.

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