Confirmación del Embajador norteamericano en Ecuador, todavía en suspenso

Adam Namm, candidato a Embajador de EEUU en Ecuador

La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, que debía reunirse el pasado martes para, entre otros asuntos, abordar la nominación de Adam Namm como embajador de los Estados Unidos en Ecuador, fue suspendida a petición del senador republicano Marco Rubio, quien pidió más tiempo para analizar la postulación de Roberta Jacobson a la subsecretaria de Estado para el hemisferio occidental, otro de los asuntos que debía analizar dicho comité.

Alex Burgos, portavoz del legislador de ancestros cubanos, dijo que la postergación de la cita busca dar tiempo adicional al Departamento de Estado para responder nuevas preguntas surgidas después de que Jacobson compareciera la semana pasada para una audiencia de confirmación.

Además de Jacobson, la reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores preveía abordar las nominaciones de Adam Namm como embajador en Ecuador y de Mari Carmen Aponte como embajadora en El Salvador. El senador republicano Jim DeMint ya anunció su oposición a la confirmación de Aponte por una supuesta relación con un miembro del servicio cubano de espionaje y por una publicación reciente contra la discriminación a los homosexuales.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, expresó hoy martes que los vínculos diplomáticos con Estados Unidos están en un buen nivel y que los dos países tendrán embajadores en enero próximo tras la expulsión recíproca de sus representantes en abril pasado. Anteriormente el gobierno había dicho que ambos países tendrían embajadores en diciembre. En setiembre, Quito anunció que dio su beneplácito para que Adam Namm sea el nuevo embajador de Estados Unidos y que nombró a Nathalie Cely, entonces ministra de Producción, como la representante de Ecuador ante Washington. «Esperamos que en pocas semanas más venga el embajador norteamericano», agregó Correa, que enfatizó que «las relaciones están muy bien, incluso el comercio ha aumentado».

Las normas de la Cámara Alta estadounidense estipulan que la objeción de un senador basta para impedir la confirmación de un funcionario. Una vez que la postulación sea aprobada por la Comisión de Relaciones Exteriores, será remitida posteriormente al pleno del Senado.

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