Inadmiten inscripción de niña como hija natural de dos lesbianas

Un juez ecuatoriano rechazó una acción legal presentada por dos lesbianas que quieren registrar a la hija de una de ellas, concebida mediante inseminación artificial, como hija natural de ambas. El juez ha concluido que las mujeres violaron el procedimiento, según la sentencia, a la que este martes tuvo acceso Efe.

El Juzgado Cuarto de Garantías Penales de Pichincha resolvió «inadmitir» la Acción de Protección presentada por Nicola Rothon y Helen Bicknell, con apoyo de la Defensoría del Pueblo, en un caso que han abanderado grupos de defensa de los derechos de los homosexuales en Ecuador.

El Registro Civil se había negado a inscribir como hija natural de ambas a la bebé, Satya, a a quien dio a luz Rothon, tras someterse a inseminación artificial, porque «no existe en la ley ecuatoriana la doble afiliación materna o paterna».

El fallo, emitido ayer, aseveró que tratar de que se revoque esa decisión mediante una Acción de Protección «sin intentar las otras dos vías de impugnación, constituiría un abuso de la Acción de Protección y se constituiría en una desmesurada forma de conseguir resoluciones afines a sus intereses».

El juez Vicente Altamirano afirmó que debieron recurrir la decisión del funcionario del Registro Civil a la dirección de esa entidad y ante el Tribunal Contencioso Administrativo.

«No se puede saltar los mecanismos legales, a fin de conseguir el reconocimiento de esos derechos», dice el fallo, en referencia a los derechos contemplados en la Constitución.

La Carta Magna de Ecuador, aprobada en 2008, «reconoce la familia en sus diversos tipos», por lo que la Defensoría del Pueblo argumentaba que el Registro Civil, cuya normativa es de 1978, debía permitir el registro de la niña con los apellidos de las dos mujeres. La Constitución de Montecristi, sin embargo, expresamente prohíbe que las parejas homosexuales puedan adoptar niños.

Rothon y Bicknell, dos británicas que llevan juntas más de diez años, formalizaron su relación mediante una unión civil en 2010 en Reino Unido y mediante una unión de hecho en 2011 en Ecuador, donde residen desde hace cinco años, según los antecedentes de la sentencia.

Sus citas recientes en la corte para tratar el caso reunieron a partidarios de los derechos de los homosexuales, que les manifestaron su apoyo con pancartas y música.

También congregó a un grupo de oposición en defensa de las familia tradicional, que dijo haber entregado 3.000 firmas al juez para que no permitiera la inscripción de la niña con los apellidos de las dos mujeres.

* Con información de EFE 

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