Por Héctor Yépez Martínez
Guayaquil, Ecuador
La semana pasada nuestra ya débil democracia sufrió un golpe fatal. En la página web del Consejo Nacional Electoral (CNE) un sinnúmero de ecuatorianos descubrieron ser adherentes o afiliados en organizaciones políticas por las que jamás habían firmado. Y al contrario: los que sí firmaron por ciertas organizaciones aparecen en otras distintas o no figuran en absoluto. Este hecho es gravísimo y sea cual sea la “mano negra” detrás de él, revela un fraude de proporciones nacionales que aniquila la credibilidad de todo este proceso electoral.
Hay varias teorías. Ya el Presidente Correa acusó a ciertos grupos de oposición. Otros afirman que PAIS, vinculada a los vocales del CNE, es el responsable. Yo no me atrevo a suscribir ninguna de estas hipótesis, porque nadie sabe a ciencia cierta qué ocurrió. Por lo pronto, creo que no se trata solo de una venta fraudulenta de bases de datos: eso explicaría el invento de firmas irreales, pero no la masiva desaparición o alteración de las firmas que sí se presentaron.
De lo que no me cabe duda alguna es que el CNE ha fracasado rotundamente en la primera función que le impone el artículo 219, número 1, de la Constitución: garantizar la transparencia del proceso electoral. ¿Cómo es posible que al CNE se la haya “escapado” una adulteración nacional de firmas, que abarca prácticamente a todas las organizaciones políticas del Ecuador? Si no hubo complicidad de funcionarios del mismo CNE, lo cual parece improbable, sí es indiscutible que sus autoridades han obrado con una negligencia tal que no puede ser pasada por alto. ¿Acaso algún ecuatoriano hoy puede confiar en que el CNE cuente los votos con eficiencia y honestidad cuando ni siquiera es capaz de verificar las adhesiones y afiliaciones de los grupos que van a participar en la próxima campaña?
Por otro lado, es inaudito que se pueda conocer las simpatías políticas de todos los ecuatorianos en una página web tan solo con ingresar datos elementales como el número de cédula, certificado de votación y fecha de nacimiento. Eso viola el artículo 66, número 11, de la Constitución, que prohíbe utilizar la información personal de los ciudadanos sobre su filiación política. Hay que recordar que las adhesiones o afiliaciones no convierten a nadie en militante de un movimiento o partido, sino solo en un simpatizante para efectos de inscribir dicha organización en el CNE. Pensemos, por ejemplo, en el riesgo laboral de un funcionario de una entidad pública, controlada por un determinado partido político, que haya firmado por un movimiento enemigo.
Este no es un problema de los políticos: es un problema de todos. La inmensa mayoría de los ecuatorianos hemos vivido de primera mano este fraude colosal, sea en carne propia o a través de algún pariente o amigo cercano. Y, sin embargo, seguimos impasibles, como si esto fuera un atentado a una democracia que no nos pertenece. ¡Ya basta! ¿Vamos a permitir que se lleve cabo una elección a cargo de un Consejo manifiestamente incapaz de cumplir su función? ¿Vamos a dejar que los políticos se aprovechen de este escándalo para atacarse entre sí, cuando ni siquiera sabemos quién fue el causante de este descalabro?
Si es así, entonces nos merecemos el lamentable sistema político y electoral que hoy nos aqueja. Pero si aún creemos que es posible soñar con un Ecuador honesto, que al menos nos garantice una pizca de transparencia en el requisito más fundamental de una democracia, que es tener elecciones limpias, entonces no podemos quedarnos de brazos cruzados. Entonces es nuestro deber moral alzar la voz para hacer valer esos derechos que ningún político hará respetar mejor que nosotros mismos. Ya es hora de sacudirnos de ese letargo cívico que ha sido el caldo de cultivo para que nuestra clase política haga lo que le dé la gana.
A los ecuatorianos, como a tantos pueblos que en años recientes se han rebelado contra un Estado que se burla de sus ciudadanos, ya nos llegó la hora de despertar.
No nos quedemos en palabras. Acá puedes defender la democracia como ciudadano firmando este comunicado público:
http://eleccioneslimpiasec.blogspot.com/2012/07/queremos-elecciones-limpias.html
* Publicado originalmente en www.realidadecuador.com
Gracias a Dios ya el pueblo ecuatoriano a despertado y por eso respalda ampliamente y por mayoria a esta revolucion ciudadana…se pueden ver en las encuestas ese inmenso apoyo popular y en las proximas elecciones ese respaldo va a ser categorico para darle el triunfo una vez mas a Alianza Pais….y los que se han quedado dormidos y anclados al pasado…que pena, que sigan nomas durmiendo y soñando con los que saquearon y quebraron al pais..NO LOS HAGA DESPERTAR…QUE SIGAN ASI !! nunca mas volver al pasado …!!!!
jajajajaj, es verdad hemos despertado q todo lo q hace este gobierno DA ASCO!!!
Señor Alava, disculpe nuevamente por lo de señor.
Podría decirnos ¿usted es ingenuo o es realmente un tonto?.
Si de verdad tuvieran el apoyo que usted afirma, que creo son fruto de algún delirio bien recompensado, dígame ¿para qué necesitan hacer tanta trampa?
Piense un poco, de vez en cuando siempre es bueno.
Señor «incognito» , ya que no da su nombre y siempre se esconde, le sugiero que lea un poco mas…lea aqui, alla, here , there…y asi se informara de una manera adecuada…no se «aisle» en 2 o 3 medios, que por lo que veo , lo mantienen engañados y aun soñando…cuidado va a tener un abrupto despertar a la realidad, a esta nueva realidad ecuatoriana…..y lo de hacer trampas….preguntele eso a los que han comprado firmas y han falsificado..muy pronto saldran la lista de todos esos partidos politicos tramposos , que a base de delinquir ,quieren y han inscrito partidos..de una manera dolosa…preguntele a ellos..otra señal mas de que usted esta mal informado y confuso . lo dicho , le sugiero leer e investigar, tanto nacional como internacionalmente….de vez en cuando, siempre es bueno!….que conste que usted si parece un tonto, pero yo no lo he insultado ni le he dicho tonto…solo digo que parece!
HECTOR YEPEZ, ECUADOR ESTA DESPIERTO, ERES TU Y TUS AMIGOS OPOCITORES SON LOS QUE QUIEREN SEGUIR SOÑANDO EN ROBARLE AL PUEBLO ECUATORIANO.