La agenda doméstica de Correa, detrás del asilo para Assange

Por Renard Sexton
Nueva York, Estados Unidos

Hasta ahora, gran parte del éxito de la solicitud de asilo político de Julian Assange a Ecuador ha sido atribuida a las implicaciones diplomáticas y los aspectos jurídicos internacionales del caso. No obstante, la política interna del Ecuador ha jugado un importante papel en el proceso de toma de decisiones del Presidente Rafael Correa.

El telón de fondo del Caso Assange ha sido la próxima elección presidencial en Ecuador, a celebrarse apenas en seis meses, en febrero de 2013. El Presidente Correa, que fue elegido por primera vez en 2007, busca un segundo mandato bajo las normas de la Constitución de 2008.

Las encuestas de opinión publicadas en los medios ecuatorianos muestran a Correa liderando la intención de voto con una gran ventaja sobre sus potenciales oponentes, en gran medida porque no existe un rival de consenso. Cifras a marzo de la encuestadora CMS muestran a Correa apenas por debajo del 49% de la intención de voto, con más de 40 puntos de ventaja sobre los cinco candidatos de oposición, que oscilan entre el 1% y el 9%. Treinta por ciento de los votantes, sin embargo, declaran que aún no ha escogido un candidato para apoyar. Encuestas más recientes muestran la aparición de Guillermo Lasso como el segundo más opcionado con el 17% de la intención de voto, mientras que los indecisos han caído al 17%. Correa se mantiene firme en el 50%.

Con la oposición dividida, Correa tiene prácticamente garantizado el triunfo. La ley electoral ecuatoriana no requiere que e ganador obtenga la mayoría del voto popular; si un candidato recibe al menos el 40% de los votos y existe una distancia con el segundo de por lo menos 10 puntos, él o ella ganan en la primera vuelta.

Los analistas políticos, incluyendo los de la campaña de Correa, ven a Guillermo Lasso como el más capaz de los candidatos para forzar una segunda vuelta y, de hecho, ganar las elecciones. Pese a que fue la cabeza de un banco importante (el Banco de Guayaquil) y asesor económico del ex presidente Lucio Gutiérrez,Lasso empezó su campaña como un desconocido para la mayoría de los electores (obtuvo apenas el 4.6% en la encuesta de marzo de 2012). Sin embargo, él y su equipo han puesto en marcha una agresiva campaña de promoción en la televisión y los medios impresos. Hasta ahora, enfocado en los asuntos internos y el cultivo de su imagen, Lasso ha sido particularmente capaz de empezar a cerrar la brecha con Correa, con la esperanza de sacar de la carrera a los otros potenciales candidatos y convertir a las elecciones en una competencia entre dos caballos.

Y entonces regresamos a Julian Assange, cuyo caso ha sido usado por el Presidente Correa para direccionar la atención de la nación de la campaña presidencial hacia un fascinante asunto jurídico de importancia internacional. Cada día que el caso de Assange y su asilo dominen las primeras planas será un día menos para que Lasso se presente a sí mismo a los votantes y trabaje para encontrar una plataforma de consenso entre la oposición.

La retórica anti-imperialista y anti-colonial de Correa y el Canciller Patiño en el contexto de la amenaza de anular la protección diplomática de la Embajada del Ecuador en Londres ha sido formulada en términos nacionalistas para la población ecuatoriana. Esencialmente, Correa se ha envuelto en la bandera de su nación, de una manera tal que sus oponentes conservadores no puedan criticarlo sin aparecer como antipatrióticos.

La estrategia no es nueva para Correa. Ya usó una táctica similar en 2010 cuando declaró que un motín policial en realidad era un intento de golpe de Estado. Agitando un furor populista y nacionalista que acabó con una creciente rebelión interna entre los izquierdistas de su partido y a la vez los esfuerzos de la oposición de derecha para frenar la tendencia izquierdista de su agenda de reformas.

A pesar que los seis meses que faltan para llegar a la votación de febrero es mucho tiempo en política electoral, las nuevas leyes electorales convierten el momento actual en uno de particular importancia. De acuerdo a las reformas aprobadas en enero, el discurso político en los medios de comunicación será muy restringido en los últimos 90 días anteriores a las elecciones. Lo que significa que Guillermo Lasso y la oposición solo tienen hasta noviembre para acortar la distancia que los separa de Correa a través de campañas publicitarias.

Por lo tanto, lo más dramático del Caso Assange es que mientras más tiempo dure la disputa diplomática con el Reino Unido y Suecia, la campaña electoral ecuatoriana se detendrá mayormente en los problemas internacionales -una esfera que Correa domina en relación a sus oponentes. Con mucho menos riesgos que los principales beneficios electorales que otorga, la disputa diplomática favorece claramente a Correa.

* Renard Sexton es periodista de The New York Times. Su texto ha aparecido publicado originalmente en el diario británico The Guardian.

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8 Comments

      • Fernando, piensa un poco y ya deja de hablar disparates propios de tu claro apego al yugo que te imponen tus propios imperios. Mira, para que entiendas de una vez por todas, como lo dijo claramente Evo Morales «ya se acabaron los tiempos de saqueos, es tiempo de integración, no de colonialismo brutal e inmisericorde». Así que, sigue tú y tu grupúsculo de amigos amargados y esclavos de tus imperios siguiéndoles el juego y siendo instrumento gratutito e ingnorante para seguir con el dominio del mundo. A los demás, quienes somos realmente libres y pensantes, déjanos al menos soñar con un mundo mejor, mas equitativo y justo.

        • JAJAJA…ME RIO   SE ACABARON LOS SAQUEOS??

          SI ESTOS REVOLUCIONARIOS REINVENTARON EL ROBO, EL ASALTO,EL SAQUEO…..   CADA DIA ASOMA UN NUEVO MILLONARIO EN LA REVOLUCION, LOS CHOFERES DE LOS DEL CIRCULO ROSA SON PROSPEROS EMPRESARIOS QUE FACTURAN MILLONES.
          BIENES RAICES EN PAISES CAPITALISTA ESO ES VIVIR MEJOR…SIGUE SOÑANDO QUE TE LLEGARA EL TURNO!!

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