Lenin, el insustituible

Por Gustavo Domínguez
Quito, Ecuador

Entre las pocas afirmaciones categóricas del presidente Correa que no generan oposición por parte de la prensa ni de ningún sector político, se encuentran los halagos que el presidente con justicia dedica a su binomio actual. La razón es, que justificadamente, el vicepresidente Moreno goza de una altísima estima y respeto tanto del electorado, como de la mayoría de sectores representativos de la sociedad ecuatoriana.

La Vicepresidencia de la República, como institución, ha cubierto al gobierno del presidente Correa con un halo de prestigio, que jamás ninguna Vicepresidencia de la historia democrática reciente había logrado conseguir. Muy por el contrario, la Vicepresidencia siempre se ha empañado de visos conspirativos y generado energías negativas dentro del poder ejecutivo.

El programa Manuela Espejo, desarrollado, ejecutado y controlado desde el mismo escritorio vicepresidencial, ha tocado con humanidad a miles de ecuatorianos cuya única esperanza y fortaleza provenía de sus oraciones. Pero el estado, supo llegar con este programa a la terrible realidad de nuestros compatriotas, ofreciendo a nombre de los ecuatorianos un mensaje extremadamente básico y simple, pero de suma importancia para todos los seres humano: ¡Ustedes nos importan! ¡Nosotros contamos con ustedes!

El programa debería ser socializado y estudiado en el sector educativo secundario, para que sirva a nuestra juventud como un extraordinario ejemplo de servicio a las minorías, así como también para que los chicos conozcan y entiendan la importancia de respetar a quienes por razones físicas, orgánicas o intelectuales, no tienen las mismas oportunidades con las que ellos han sido bendecidos. Seguramente esto incidiría en una disminución del problema de “bulling” y de desinformación social que aqueja a nuestra juventud en los colegios del país.

No tengo el honor de conocer al Vicepresidente, pero lo que más me desilusiona es no haber tenido jamás el honor de votar por él. Y todo apunta, a que perdí ese tren.
Será muy difícil sustituir al irremplazable Lenin, a su sonrisa honesta, a su buen humor y mirada compasiva, pero realmente esperaba que el Presidente se haya decidido por un binomio femenino a la altura de las circunstancias y de la exigente realidad de nuestro espinoso mundo político. Considero que solamente una mujer, con cualidades profesionales, conocimiento del país, experiencia y, aceptación y empatía con el sector productivo, hubiera sido una fórmula para extrañar menos al estimado vicepresidente actual.

El candidato Presidente ha elegido para su fórmula de campaña a un colaborador cercano y afiliado a Alianza País, mientras se anuncia también, que la lista de candidatos a la Asamblea no sufre mayores alteraciones, más allá de la novedad de anunciar que el partido gobernante aspira a tener el mejor equipo de fútbol que haya tenido nuestro poder legislativo. Cosas de la política y del exceso de confianza.

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3 Comments

  1. Ahora resulta mas obvio que el vicepresidente Moreno será echado de menos y que Alinza País desechó la oportunidad de realmente demostrar respeto por el liderazgo femenino.

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