Buscan erradicar millones de ratas en Galápagos

QUITO, Ecuador (AP) — Nadie las asocia con las Islas Galápagos, el archipiélago famoso por su innumerable variedad de especies únicas en el mundo, poblado de animales desconocidos y a menudo dóciles. Las ratas, sin embargo, son la especie más numerosa de las islas. Y una de las que más daños causan al bucólico ecosistema. Pero podrían tener sus días contados.

Cerca de 200 millones de roedores que infestan dos de las islas serán erradicados en las próximas semanas mediante el uso de un veneno especialmente diseñado con el que se busca matarlas sin afectar las poblaciones de tortugas gigantes, iguanas y gavilanes, animales endémicos de esa zona.

Expertos del Parque Nacional Galápagos (PNG) inician esta semana la segunda etapa de una gran ofensiva de desratización rociando con ese veneno las islas Pinzón y Plaza Sur. El trabajo es parte de un proyecto que busca erradicar para el 2020 los roedores de Galápagos, territorio insular ecuatoriano integrado por 19 islas, 42 islotes e infinidad de rocas en medio del océano Pacífico, a 1.000 kilómetros del continente.

Se calcula que hay un promedio de entre 9 y 11 roedores por metro cuadrado en las Galápagos, según el director de Conservación del PNG, Danny Rueda.

«Sin duda son los animales vertebrados más numerosos de las islas, por su capacidad de reproducción y por su presencia en todo el archipiélago», declaró el responsable de restauración de ecosistemas insulares del PNG, Cristian Sevilla. Aclaró que solo los insectos podrían superarlas en número.

Esta enorme población de roedores amenaza seriamente a especies como tortugas gigantes, el gavilán de Pinzón, iguanas, lagartijas y caracoles, propias del archipiélago.

El técnico de Nature Conservancy, Juan Carlos González, en entrevista con AP expresó que las ratas son «uno de los peores problemas que tiene Galápagos. Se reproducen cada tres meses, comen todo, incluidos los huevos de las tortugas gigantes, de tortugas marinas, de aves, y compiten además por el alimento y el hábitat de otras especies endémicas».

Manifestó que «esta es una guerra muy cara, pero totalmente necesaria y tiene dos posibilidades: eliminación total, que se puede hacer en islas que no están habitadas por seres humanos, y control en las islas grandes como Isabela y Santa Cruz, por la velocidad a la que se reproducen, por lo inteligentes que son y por las estrategias que tienen para sobrevivir, como probar un veneno y comunicar al resto de que eso es veneno, por lo que cambian sus hábitos alimenticios».

Esta es la segunda vez que se pone en marcha un programa de desratización en Galápagos. En enero del 2011 se inició la desratización de la isla Rábida, de 499 hectáreas, y casi una decena de islotes, todos sin presencia humana. Posteriormente se verificó que quedaron libres de roedores.

Para evitar inconvenientes con el turismo, el PNG decidió cerrar temporalmente el sitio de visita de Plaza Sur por un mes a partir del 17 de noviembre. En Pinzón no hay sitios de visita turísticos.

El programa busca acabar con tres tipos de roedores: la rata negra, la rata noruega y el ratón casero, que literalmente infestan Pinzón, con 1.812 hectáreas, y Plaza Sur, con 9,6 hectáreas. Los expertos estiman que en Pinzón hay unas 181,2 millones de ratas, mientras que en Plaza Sur existe cerca de un millón.

Los roedores llegaron a las Galápagos, mundialmente conocidas por sus tortugas gigantes, en barcos balleneros y piratas hace cientos de años y se desarrollaron libremente hasta alcanzar los niveles actuales.

Rueda dijo a la AP que «este es el programa de mayor impacto en Sudamérica, porque vamos por la erradicación de roedores en el 100% del territorio previsto. Las ratas han causado una grave afectación directa a la fauna y flora nativa de estas dos islas».

El veneno previsto para la desratización, que tiene características y diseño especiales para reducir al mínimo la afectación a otras especies, ha sido diseñado por los laboratorios Bell (Minnesota-EEUU). El raticida se presenta como un cubo turquesa de un centímetro por lado y se degrada en pocos días. Ese color no tiene atractivo para las tortugas y otras especies.

Sevilla manifestó a la AP que para Pinzón está previsto utilizar 21,6 toneladas, la mitad de ellas serán dispersadas desde un helicóptero desde el jueves, y el resto a finales de noviembre. En Plaza Sur se esparcirán 300 kilos, en dos tandas desde la tarde del miércoles a finales de mes.

Consultado si la cantidad de ratas muertas, expuestas al ambiente, puede convertirse en un problema, Rueda manifestó que «la particularidad de este veneno es que cuenta con un poderoso anticoagulante. Eso causa que las ratas se sequen y luego se desintegren sin putrefacción en no más de ocho días, a lo que contribuye las condiciones de las islas, una temperatura promedio de 24 grados».

Dijo que si queda cebo sin consumir, se desintegrará en una semana con lo cual no podrá ser consumido por otras especies.

Sevilla precisó que para evitar intoxicación secundaria, se ha atrapado a todos los gavilanes de Pinzón, un total de 34, los que «eventualmente podrían haber comido roedores envenenados».

«Se los mantiene en cautiverio en jaulas especialmente diseñadas y que están en la misma isla y se los alimenta de tal manera que cuando sean liberados retomarán sus hábitos de consumo normales», explicó.

Permanecerán cautivos hasta inicios de enero.

En Plaza Sur se ha capturado 40 iguanas para precautelar la especie. Están en otra isla mientras termina este proceso.

Este proyecto tiene un costo anual de 1,8 millones de dólares, 450.000 de los cuales los ha puesto el PNG, que cubre gastos como como la contratación de un helicóptero, embarcaciones, personal y logística, y el resto organizaciones no gubernamentales como Island Conservation, que además consiguió la donación del veneno.

La experta del grupo Acción Ecológica Fernanda Solís dijo a la AP que «se tiene que cuidar que cuando se elimine el tema de la ratas no vuelva a surgir ese problema, para ello es necesario un diagnóstico integral, en el cual lo importante es que no se afecte al ecosistema».

En la operación de desratización están involucrados alrededor de 20 guardaparques, con el apoyo de tres lanchas oceánicas, tres lanchas rápidas, un helicóptero y sus respectivas tripulaciones.

La siguiente isla que será intervenida es Floreana, que cuenta con 17.253 hectáreas. Está previsto que lo estudios se inicien en el 2013 y que la erradicación comience en un fecha por definir del 2014. En esta isla, la menos poblada de Galápagos, los expertos estiman que hay unos 6 o 7 roedores por metro cuadrado. Está habitada por unas 150 personas. La marcha posterior del programa dependerá de los recursos que se puedan obtener.

Galápagos, territorio insular ecuatoriano, fue declarado por las Naciones Unidas patrimonio natural de la Humanidad desde 1979 por sus especies de flora y fauna, terrestres y marinas únicas en el planeta.

En el 2007 fueron declaradas por ese mismo organismo como patrimonio en riesgo, debido al daño que generan las especies invasoras, como las ratas, el turismo y la inmigración.

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