El Partido Roldosista Ecuatoriano: axioma del populismo en el Ecuador

Nicholas Gachet y Miguel Molina Díaz
Quito, Ecuador

El surgimiento

Era el 24 de abril 1982 cuando Abdalá Bucaram Ortiz lideró una romería a la tumba del ex presidente Jaime Roldós Aguilera y su esposa Martha para proclamar, en el marco de una Convención Nacional, el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). Eran una escisión del Partido Pueblo, Cambio y Democracia, la agrupación que fundara en 1981 Roldós[1], para alejase de la línea de su tío político Assad Bucaram, líder de la Concentración de Fuerzas Populares[2]. En esa misma fecha se declararon en oposición al gobierno de Oswaldo Hurtado Larrea.

Desde el principio el PRE se formuló como una plataforma política y electoral alrededor de la figura de Abdalá Bucaram, su líder supremo. Es por eso que hablar de la historia del PRE es contar, en cierto modo, datos biográficos de Bucaram. La primera vez que asumió un cargo de elección popular ocurrió en 1984, cuando fue electo Alcalde de Guayaquil. Bucaram no llegó a terminar su gestión pues al ser acusado de peculado por la Contraloría General del Estado huyó –fue la primera vez– a Panamá. Para el siguiente periodo, en 1988, el PRE volvió a conseguir la alcaldía de Guayaquil con la candidatura de Elsa Bucaram, hermana de Abdalá, quién tampoco terminó su periodo pues sobre ella hubo una denuncia de peculado y malversación de fondos públicos.

En ese mismo año de 1988, Abdalá Bucaram llevó al PRE a disputar, por vez primera, la Presidencia de la República en segunda vuelta electoral, pero fue derrotado por el Dr. Rodrigo Borja Cevallos. En 1992 se postula nuevamente como presidenciable pero alcanzó, solamente, el tercer lugar.

El poder

Bucaram se impuso sobre el delfín socialcristiano, Jaime Nebot, en las elecciones de 1996. Su presidencia estuvo caracterizada por su conducta autoritaria, los escándalos de corrupción y las manipulaciones políticas. La aplicación de medidas económicas drásticas[3] y su intento por introducir un plan de convertibilidad ocasionaron un paro nacional que el 5 de febrero de 1997 viabilizó en el Congreso el número suficiente de votos y declararon la “incapacidad mental” de Bucaram para el ejercicio de la Jefatura de Estado.

La conducta de Bucaram –llamado “el Loco” por las multitudes– en sus participaciones políticas estuvo plagada de todo tipo de excesos. Sin embargo, en el análisis académico del PRE y del “fenómeno Bucaram” como axiomas del populismo es preciso entender que ese partido no era solamente como sus detractores aseguraban, que el PRE da a la gente lo que quiere ver y oír, sino que les otorga un reconocimiento de lo que son, otorgándoles una visibilidad que hasta entonces les había sido socialmente negada. Es por eso que, según su líder máximo, en sus discursos dicen representar:

“a los pobres, a los descamisados. Donde hay necesidad, está el Partido Roldosista, donde hay dosis de racismo, combatimos el racismo; (…) ahí está el lumpen, las cocineras, las prostitutas, los marineros, los carpinteros, los albañiles, en buena hora. Si ahí está una clase media liberal, de pensamiento liberal, en buena hora. Si están los profesionales liberales, en buena hora. Yo no me preocupo en realidad quién está en el partido roldosista, Me gustaría que esté Febres Cordero para mejorarlo como persona, para reformarlo, para hacerlo un hombre, ¿no?”[4]

Lo cierto es que el PRE, con sus excesos, contribuyó de forma protagónica a la debacle de ese sistema de partidos clientelar, corrupto y que se basó en el uso instrumental de las Cortes de Justicia[5].

El inicio del fin

Con Bucaram Ortiz destituido, el PRE buscaba una figura capaz de volver a ganar las elecciones para 1998. El elegido fue el abogado Álvaro Noboa, conocido por muchos, quien ejerció como titular de la Junta Monetaria en el Gobierno de Bucaram Ortiz. Bucaram sostuvo que «un hombre como Álvaro Noboa les daría una tunda (a los otros candidatos), porque sería el éxito por su eficiencia basada en el poder»[6]. Es así pues que iniciaría la travesía del “eterno candidato” hacia la presidencia de la República.

Noboa tenía posibilidades y el PRE lo apoyaba para sustituir al presidente interino Fabián Alarcón. Sin embargo, al frente se encontraba un candidato apoyado por las grandes elites, el ex alcalde de Quito, Jamil Mahuad. Como se haría común en Noboa, no pudo llegar a la presidencia estando en la antesala del palacio; sin embargo, muchos cuestionan la transparencia de esas elecciones en las que finalmente sería posesionado Mahuad.

Para el 2002 Bucaram Ortiz se candidatizaría a la presidencia de la república, pero no “El loco que ama” sino su hermano Jacobo. Inició su campaña presidencial imitando las excentricidades de su hermano, inclusive usando sus mismos refranes. Jacobo se definía como »un arrecho roldosista que va a enfrentar a los pelucones del país»[7].  Como recordará probablemente el lector, Lucio Gutiérrez (ahora candidato) se impuso en esas elecciones. Jacobo pasó sin pena ni gloria.

El PRE contemporáneo

En la décimo séptima edición (2007) de su libro “El Poder Político en el Ecuador” el ex presidente Osvaldo Hurtado nos comenta en su prólogo lo siguiente:

“Los juicios que se le siguieron [a Abdala Bucaram Ortíz] por corrupción en el desempeño de la Alcaldía [de Guayaquil] y de la Presidencia le llevaron al exilio, alejamiento que ha perjudicado al PRE debido a que es una organización sustentada en el caudillismo de su líder, motivo por el que hoy sufre deserciones que limitan sus posibilidades electorales.”[8]

Efectivamente la importancia del PRE se disminuyó en los años siguientes, sólo pocos escaños contados con los dedos en el legislativo para escasos miembros de su partido. Entre estos podemos ubicar al hijo de Bucaram Ortiz, Abdala Bucaram Pulley (Dalo) y su esposa, la presentadora de farándula Gabriela Pazmiño.

No obstante, para las elecciones generales de 2013, el PRE propondría el regreso de su líder a la contienda presidencial. Por discrepancias con el gobierno de Rafael Correa y, principalmente, la negativa del Consejo Nacional Electoral para inscribirlo como candidato, el populista Bucaram Ortiz se vio impedido de participar en los comicios. En su lugar el PRE optó por el Pastor Nelson Zabala.

Como bien podemos notar el PRE es, efectivamente, “una organización sustentada en el caudillismo de su líder” y no en los ideales de Roldós Aguilera y Assad Bucaram. Martha Roldós, hija del fallecido Presidente, comentó el 2005 para El Universo con respecto al PRE: “Es un partido que corrompe todos los ideales que fueron los que sostuvo mi padre”[9].

El motivo de este análisis fue profundizar en los orígenes de uno de los pocos partidos sobrevivientes de la extinción que sufrió  la llamada partidocracia y que en el devenir de su historia se ha consolidado como uno de los principales referentes del populismo en el Ecuador. Como vemos el PRE fue una organización que nació (supuestamente) bajo los ideales de grandes actores políticos, y que después sirvió como una plataforma caudillista y pedestre para potenciar a un “Loco que ama”, irreverente y divertido, y terminar con un Pastor conservador, serio y sin posibilidades de ganar.


[1] Flavia Freidenberg y Manuel Alcántara Sáez, 2001.

[2] Organización política que en 1978 llevó a Roldós al poder y del cual se separó por pugnas con Assad Bucaram.

[3] Norma Flores de Altamirano, 1996.

[4] Declaraciones de Abdalá Bucaram Ortiz, 16 de agosto del 2000.

[5] Carlos de la Torre y Enrique Peruzzotti, 2008.

[6] Archivo diario Hoy, “Candidato Presidencia del PRE sería Álvaro Noboa”,2002. http://www.explored.com.ec/noticias-ecuador/candidato-presidencial-del-pre-seria-alvaro-noboa-91967.html

[8] Osvaldo Hurtado, 2007. Prólogo, pp. xix

[9] Archivo diaria El Universo, “Ayer se recordó el fallecimiento de Roldós y su esposa”, 2005. http://www.eluniverso.com/2005/05/25/0001/8/8EDAF55BA57E4B8C8603D20C4A4B8EC3.html

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