La Habana, 24 ene (EFE).- La delegación de las FARC en los diálogos por la paz con el Gobierno de Colombia que tienen lugar en La Habana dijo hoy que el proceso marcha a «un buen ritmo», con resultados, pero también con «divergencias».
«Creemos que va a un buen ritmo, que hay resultados concretos (…).Nuestra opinión es que es un ritmo, yo creo que de mambo, pero no es un ritmo suavecito, va acelerado», declaró Seuxis Paucias Hernández, alias «Jesús Santrich», miembro del equipo negociador de las FARC, durante una rueda de prensa al concluir el primer ciclo de negociaciones de 2013.
Pero el grupo insurgente consideró que «a pesar de las aproximaciones de los encuentros todavía existen divergencias de fondo», según declaró «Iván Márquez», el jefe de los delegados de las FARC en la mesa de negociaciones instalada en el Palacio de Convenciones de la capital cubana desde noviembre pasado.
«Esas divergencias tenemos que abordarlas y discutirlas», recalcó Márquez, cuyo nombre real es Luciano Marín Arango.
Sobre la decisión del Gobierno de Juan Manuel Santos de no aceptar la propuesta de las FARC de una tregua bilateral de las hostilidades, el guerrillero Andrés París dijo que «la gran mayoría de los colombianos apoyaron la propuesta de cese al fuego».
Ante la postura del Gobierno de continuar la acciones militares sostuvo que las FARC ratifican su decisión de «continuar por un cese al fuego bilateral» y que están en disposición «si no hay acuerdos que paren el conflicto», a «firmar acuerdos intermedios como armisticios o acuerdos humanitarios que construyan puentes».
«Hay que crear una situación interna en el país que favorezca la voluntad de paz y que genere el medio ambiente necesario para que los diálogos que se desarrollan en La Habana puedan llegar a feliz término», apuntó.
«Márquez» también presentó un documento en el que se incluyen diez propuestas «mínimas» de la guerrilla más antigua de Colombia para el acceso a la tierra y la democratización de la propiedad.
En síntesis, esa propuesta plantea la creación de un fondo de tierras, una política de tributación para la desconcentración y democratización de la propiedad, la restitución de tierras y adjudicación gratuita de tierra a campesinos sin tierras.
Además propone la reestructuración y superación del minifundio, la promoción de propiedad basada en formas asociativas, comunales y de cooperación, la formación de asentamientos campesinos y el reconocimiento y respeto de la tierra y los territorios de comunidades indígenas, afrodescendientes, raizales y palenqueras.
El problema de la tierra en Colombia, país en el que el 1,15 por ciento de la población posee el 52 por ciento de la gran propiedad rural, es el primer punto de la agenda de este diálogo y se le considera la clave para la solución del conflicto armado que vive ese país desde hace casi medio siglo.
La mesa de diálogo entre el Gobierno colombiano y las FARC hará un receso a partir de mañana viernes, después de 11 jornadas de trabajos conjuntos y de acuerdo al calendario establecido por las partes, volverán a sus conversaciones el próximo jueves 31 de enero. EFE
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