Avanza asunción de próximo presidente en China

ALDEA DE LUOTUOWAN, China (AP) — No sólo la prensa estatal aduladora de China, sino también los saturados medios sociales e incluso los campesinos pobres coinciden: el nuevo jefe del Partido Comunista, Xi Jinping, ha tenido un buen comienzo.

«El secretario general Xi no se da aires de nada. Habla como cualquier persona común y corriente», dijo el campesino Tang Rongbin, de 69 años. El nuevo líder visitó en diciembre la de Tang, ubicada en la aldea de Luotuowan. Xi trajo regalos como aceite para cocinar, harina y una manta.

Xi ha infundido la imagen de un reformista económico, un enemigo estricto de la corrupción, un nacionalista acérrimo y un hombre del pueblo ajeno a los lujos, lo cual ha suscitado expectativas de un cambio.

Pero a medida que avanzan los preparativos para su nombramiento como presidente, un cargo principalmente protocolar, aumentan las situaciones difíciles a las que tendrá que hacer frente.

En China crece la ira ciudadana hacia la corrupción endémica, aumenta la brecha entre ricos y pobres y existe degradación por contaminación del aire, el suelo, los ríos y los canales. También atizan las tensiones el lento crecimiento económico y las disputas territoriales, en especial con Japón.

La intensificación de las protestas por problemas ambientales, las confiscaciones de tierras y una burocracia déspota ocupan un lugar especial en el descontento social subyacente.

Días antes del cónclave del partido que llevó a Xi al poder en 2012, miles de manifestantes en la ciudad oriental de Ningbo se enfrentaron a la policía antidisturbios frente a las oficinas de gobierno y exigieron a las autoridades que detuvieran la ampliación de una planta de sustancias químicas.

«Creo que ha habido una revolución de expectativas ascendentes», dijo Willy Lam, experto en política partidista en la Universidad China de Hong Kong. «La gente ha advertido que puede efectuar incluso manifestaciones para hacer escuchar su voluntad», agregó.

Entre los que se sumaron la semana anterior al clamor del cambio figuraron una decena de intelectuales prominentes que suscribieron una petición en la cual solicitaron al gobierno que ratifique un tratado internacional para la protección de los derechos humanos y el estado de derecho.

Asimismo, un grupo de unos 100 padres de personas homosexuales exhortaron a los legisladores que legalicen el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La sesión anual de la legislatura nacional, que comienza el martes, completará la entrega del poder, que ocurre una vez cada década, en un proceso que comenzó en noviembre, cuando Xi y su equipo de trabajo ocupen las máximas posiciones en el Partido Comunista.

Al término de la sesión, Xi, como líder del partido, asumirá el título de presidente de su predecesor Hu Jintao.

 

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