La banca no «Mina» el ánimo de Narciso

Narciso Mina se aferra a mantener la mesura, cuando bien pudo haberla perdido hace ya unas semanas, aunque sabe que ésa es la única opción disponible. También está consciente de que esa situación podría llegar a ser insostenible en un determinado momento, si su condición de suplente con el América no da un giro.

Aunque acumula siete goles en la Copa MX, el más reciente el martes pasado en el duelo de cuartos de final ante Estudiantes, el ecuatoriano no ha visto recompensado su accionar en la Liga y se ha tenido que conformar con entrar de cambio durante ocho partidos, en los que apenas acumula 106 minutos.

Es muy poco para un delantero que el año pasado marcó 30 goles con el Barcelona de Guayaquil y que llegó a México con la ilusión de convertirse en un referente.

Pero no hay otro camino para él más que apelar a su inteligencia y al optimismo. Confía en que la oportunidad llegará y que se le hará justicia mientras mantenga el mismo rendimiento. Vino a competir por un sitio y no cesará su esfuerzo hasta lograrlo.

“Me siento valorado y tranquilo, sin que eso signifique que sea conformista. Los que vienen jugando han hecho las cosas bien y esperaré a que se abra la oportunidad y un poco más de tiempo. Espero que esta situación no lleve a desesperarme ni a cometer errores”, sentenció.

Su técnico Miguel Herrera ha sido importante para que no lo carcoma la desesperación, y asegura que ha platicado con él de manera extendida, sin tapujos y ha encontrado siempre una respuesta positiva y amigable, siempre capaz de confortarlo.

“Me ha dado confianza y tranquilidad, así que mientras pueda trabajar con tranquilidad no habrá mayor problema”, asegura, aunque no por ello deja de admitir que le gustaría que el Piojo valorara la posibilidad de hacer una variante en su esquema y  lo incluya junto a Christian Benítez y Raúl Jiménez. “Sería bueno, pero él es el técnico, es quien lo decide y sólo nos toca acatar órdenes. Quisiera jugar la Liga, lo anhelo, pero es una decisión exclusiva del técnico”, dice.

Hoy Mina podría estar jugando la Libertadores, una vitrina de gran relevancia para los jugadores sudamericanos, tal vez con un aporte mayor al que ha tenido con las Águilas. Sin embargo, no se lamenta de su decisión y afirma que “para nada” se arrepiente.

“Llegué a un gran club, a una institución muy grande y espero conseguir cosas importantes”, comenta para enseguida recordar que otra de sus ideas era representar dignamente a un club y una afición -la del Barcelona- que todavía lo recuerda con cariño. “Cuando haces las cosas bien van a suceder ese tipo de hechos, pero estoy tranquilo, buscando hacer las cosas bien por mi familia y por mi país”, concluyó.

Fuente: Excelsior

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