Nueva York, 10 abr (EFE).- La expansión del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) supondrá derribar su vecino, el Museo de Arte Popular Estadounidense, un edificio contemporáneo de solo doce años, informó hoy el diario New York Times en su página de internet.
Cuando el pequeño museo abrió junto al MoMA, en 2011, su fachada de placas bronce fue aclamada por los críticos de arquitectura, pero el proyecto de los arquitectos Todd Williams y Billie Tsien no encaja con la idea que tienen los nuevos dueños.
El poderoso MoMA compró el edificio dentro de su programa de expansión, pero el Museo de Arte Popular tiene los suelos a distinta altura y su fachada de bronce macizo contrasta con el actual concepto de edificio abierto y paredes de cristal que se quiere consolidar.
Esta previsto que el pequeño y nuevo museo sea derribado para finales de este año.
El Museo de Arte Moderno estaba cerrado cuando se publicó la información, que no pudo ser confirmada en la institución.
La expansión del MoMA se integrará, además, con una enorme torre de 82 alturas que se construirá al otro lado del Museo del Arte Popular, añade el diario.
Esa torre -un proyecto de la empresa Hines- tendrá viviendas, pero sus plantas 2, 4 y 5 inferiores estarán integradas en las actuales plantas del MoMA y en las que se van a generar en el museo que se derribará.
En total, el MoMA ganará 930 metros cuadrados de nuevas salas de exposición en el actual Museo de Arte Popular Estadounidense, así como 3.700 metros cuadrados más con la torre Hines.
Fundado en 1929, el MoMA se ha consolidado como uno de los referentes del arte contemporáneo mundial y su edifico de la calle 53 de Manhattan es uno de los destinos turísticos favoritos de Nueva York, con cerca de tres millones de visitas al año. EFE
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