El papa Francisco se reunirá con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en Río de Janeiro, durante la Jornada Mundial de la Juventud del próximo julio, afirmó este lunes el gobernador de este estado, Sergio Cabral.
Cabral, en declaraciones a periodistas, aseguró que la reunión de Rousseff y el líder de la Iglesia Católica tendrá lugar en el palacio Guanabara, sede del gobierno regional de Río de Janeiro, aunque no precisó la fecha.
El gobernador también desveló que la favela que tiene previsto visitar el papa será muy probablemente el Complejo de Manguinhos, una barriada ocupada por la policía el año pasado y que durante décadas fue considerada como una de las más peligrosas de la ciudad.
Una de las principales calles de esa favela, la Leopoldo Bulhões, fue conocida durante décadas como la «Franja de Gaza» por la alta frecuencia con la que se registraban tiroteos entre bandas de narcotraficantes rivales.
La agenda papal en Río también incluirá un encuentro con representantes de la sociedad civil, que se celebrará en el Teatro Municipal, según el gobernador.
La policía de Río ocupó hoy tres favelas ubicadas en el cerro del Corcovado, a los pies de la estatua del Cristo Redentor, que también será visitado por el pontífice.
Estas favelas, Cerro-Corá, Guararapes y Vila Cándido, eran las únicas ubicadas en barrios turísticos que todavía no estaban bajo el control de las autoridades.
El organizador de los viajes de los pontífices, Alberto Gasbarri, viajó a Brasil la semana pasada para definir los detalles aún pendientes de la visita del papa Francisco al país suramericano.
Gasbarri visitó varias favelas cariocas y también se dirigió a la ciudad de Aparecida, en el estado de Sao Paulo y donde se ubica el Santuario Nacional, que podría incluirse en la agenda papal.
La Jornada Mundial de la Juventud, el mayor evento católico del mundo, se celebrará del 23 al 28 de julio en Río e incluirá actividades como un vía crucis en la playa de Copacabana y unas multitudinarias vigilia y misa de clausura, que se realizarán en un descampado en las afueras de la ciudad. EFE