Policía turca desaloja el parque Gezi. Manifestantes resisten

ESTAMBUL, Turquía (AP) — La Policía antidisturbios de Turquía usó gas lacrimógeno y cañones de agua el domingo contra los manifestantes, que se mantuvieron desafiantes después de que las autoridades desalojaron a los activistas de un parque de Estambul.

Con la operación, el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan dejó en claro que está tomando una línea dura contra los intentos de reavivar las protestas que han sacudido el país.

Varios bulldozers quitaron lo que quedaba de un campamento de activistas que se mantuvo dos semanas en un parque de Estambul y la Policía acordonó el área de la madrugada del domingo, evitando que los manifestantes regresen a un lugar que se ha convertido en el mayor desafío de primer ministro turco en sus 10 años en el cargo.

Los manifestantes habían levantado barricadas y las nubes de gases lacrimógenos llenaron las calles de Estambul en las primeras horas del domingo, después que los agentes antidisturbios sacaran a un grupo que se había comprometido a permanecer en el Parque Gezi a pesar de las advertencias de Erdogan de que se retiraran.

El sábado por la noche, cientos de policías equipados con cascos se desplegaron en el parque y en la plaza de Taksim que está a un lado, disparando latas de gas irritante. Miles de manifestantes pacíficos, asfixiados por el humo y tropezando entre las tiendas de campaña, ofrecieron poca resistencia física.

Las protestas empezaron con una protesta medioambiental contra un proyecto en el Parque Gezi, pero se extendieron rápidamente a decenas de ciudades y se volvieron la expresión de descontento más amplia contra Erdogan, a quien califican de autoritario. Erdogan niega la acusación, señalando el fuerte apoyo que le ayudó a ganar un tercer mandato consecutivo con 50% de los votos en 2011.

Cuando la Policía despejó la plaza, muchos corrieron a hoteles cercanos en busca de refugio. En un enfrentamiento en un hotel de lujo en la esquina del parque, la Policía abrió fuego con cañones de agua contra los manifestantes y periodistas que estaban fuera antes de lanzar gases lacrimógenos a la entrada, llenando el vestíbulo de humo blanco. En otros hoteles, policías vestidos de civil exigieron desde afuera a los manifestantes que se salieran.

Algunos manifestantes corrieron hacia las calles cercanas, huyendo de los cañones de agua, los gases lacrimógenos y las balas de goma. Posteriormente montaron barricadas improvisadas.

Al conocerse la noticia de la represión, miles de personas de otras partes de Estambul se reunieron e intentaron llegar a Taksim. La televisión mostró imágenes de la Policía antidisturbios con gases lacrimógenos en una vialidad y puente sobre el Bósforo para evitar que los manifestantes se dirigieran a la zona.

Cuando el gas lacrimógeno se dispersó, los bulldozers entraron al parque, recogieron los escombros y los cargaron en camiones. Cuadrillas de trabajadores con chalecos amarillos fluorescentes y policías vestidos de civil revisaron las pertenencias abandonadas antes de derribar las tiendas de campaña, los centros de comida y la biblioteca que los manifestantes habían instalado en lo que se había convertido en un campamento bullicioso.

El viernes, Erdogan ofreció a someterse a una decisión judicial sobre la legalidad del controvertido plan de remodelación del parque del gobierno y habló sobre la posibilidad de que haya un referéndum sobre el mismo.

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Por ELENA BECATOROS y SUZAN FRASER, Associated Press. Fraser y Jamey Keaten reportaron desde Ankara. Manifestantes turcos se resisten al avance de la policía antimotines en el parque Gezi de Estambul, Turquía, el sábado 15 de junio de 2013. Foto AP/Vadim Ghirda

Foto AP/Vadim Ghirda
Foto AP/Vadim Ghirda

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