
Maduro cifró hoy en un 15 % de los 2,5 millones de universitarios del país los que secundan una paralización en varios establecimientos universitarios en demanda de alzas salariales de trabajadores y profesores.
El miércoles pasado, unos encapuchados quemaron un autobús y dispararon contra el rectorado de la UCV, declarado Patrimonio de la Humanidad, lo que, además del daño arquitectónico, dejó pérdidas que su rectora, Cecilia García Arocha, cifró en 2 millones de dólares,
«Haga política en la calle, pero no utilice la rectoría de la UCV para hacerle daño a los estudiantes. Rectora, por favor, rectifique, llame a clases, no mienta sobre el presupuesto, presente cuentas al país», añadió el gobernante en una cadena nacional obligatoria de emisoras de radio y televisión para tratar diversos asuntos.
El Gobierno sostiene que entrega recursos suficientes a las universidades, pero acusa a sus autoridades de no rendir cuentas, «malentendiendo la autonomía universitaria».
Maduro llamó asimismo a las organizaciones estudiantiles a retirar su respaldo a la huelga, iniciada a inicios de mes en unas pocas universidades del interior del país y que luego se amplió a otras de Caracas, incluida la UCV.
«No tienen razones presupuestarias ni reivindicativas para mantener el saboteo y suspendidas las clases», manifestó.
Sobre el ataque al rectorado de la UCV, Maduro insistió en que ordenó al ministro Rodríguez «investigar a fondo y capturar a quienes estén detrás de estos hechos de violencia, pasarlos a la Fiscalía y que vayan presos», independientemente de «quienes sean».
Si se verifica que los culpables son partidarios de su Gobierno «flaco servicio el que le hacen al país y a la revolución» y por ello «más grave aún, porque sabe que nosotros tenemos que ser garantes de la paz», remarcó.
Indicó que si, en cambio, se trata de «infiltrados» o activistas «vinculados con la derecha, no digan que son perseguidos políticos». EFE