Líderes legislativos envueltos en la polémica en Brasil

Brasilia (AP) — Los presidentes de las dos cámaras legislativas de Brasil enfrentan sendas polémicas por el uso de aviones de la Fuerza Aérea para viajes personales, en momentos de revuelta en el país por el mal uso de los recursos públicos.

El diario Folha de S. Paulo publicó el jueves que el presidente del Senado, Renan Calheiros, utilizó un vuelo militar para viajar el 15 de junio a Trancoso, una playa en el estado de Bahia, para el matrimonio de la hija de otro senador y al día siguiente lo habría usado para trasladarse a Brasilia.

Poco después de esa fecha, Brasil se vio sacudida por una ola de protestas en más de un centenar de ciudades que comenzó con reclamos de reducción en el precio de los pasajes de autobús pero se extendió a otras demandas, como el fin de la corrupción.

Aun así, Calheiros defendió la legalidad de su actuación al señalar que viajó en su condición de presidente de uno de los poderes de la república.

«Fui invitado como presidente del Senado, fui a cumplir un compromiso como presidente del Senado», declaró el legislador el jueves a periodistas. «El presidente del Senado, el presidente de la república, el presidente del supremo tribunal tienen transporte de representación por ser jefe de un poder».

Esta semana, el presidente de la Cámara de Diputados, Henrique Eduardo Alves, se vio envuelto en un caso similar al utilizar un avión de la Fuerza Aérea para trasladarse a Rio de Janeiro desde la ciudad nororiental de Natal con su novia y familiares de ella para presenciar el partido entre Brasil y España por la final de la Copa de las Confederaciones.

Alves reconoció que se «equivocó» al utilizar el avión militar para un viaje personal y el miércoles depositó 9.700 reales (4.409 dólares) para restituir el costo del vuelo a las arcas públicas. No obstante, explicó que el error fue invitar a otras personas al avión y defendió que el vuelo oficial se justificó para su propio uso por cuanto tenía una reunión de trabajo con el alcalde de Rio de Janeiro.

«El hecho de que el viaje (de Alves) se realizó en medio de la convulsión de las calles agrava el desvío, mostrando que políticos como el presidente de la cámara (baja) no entendieron nada de lo que está ocurriendo en el país», escribió el analista político Merval Pereira en una columna del diario O Globo.

Hizo alusión con ello a las protestas que en la segunda quincena de junio llevaron a hasta un millón de personas a las calles de ciudades brasileñas en demanda mejores servicios públicos y el fin de la corrupción.

Uno de los blancos de los manifestantes fue el senador Calheiros, de quien parte de los manifestantes pidieron su renuncia como presidente del Senado por denuncias de que en 2007, cuando ocupaba ese mismo cargo, tuvo gastos personales pagados por un lobista. Posteriormente fue denunciado por presentar facturas falsas para defenderse de tales acusaciones.

La organización Avaaz, que promueve campañas por internet, recogió 1,6 millón de firmas contra la elección de Calheiros como presidente del Senado.

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