Tiroteo en Miami. Reportan un ecuatoriano entre los muertos

Miami, 27 jul.- Un hombre mató en la localidad estadounidense de Hialeah (Florida) a seis personas durante la noche y fue abatido por la policía hoy tras atrincherarse en una casa con dos rehenes, que fueron rescatados con vida, informó la televisión local.

Según la información facilitada por la policía a los medios, las víctimas mortales son tres hombres y tres mujeres. Entre los muertos se encuentra una pareja de la tercera edad de Colombia, que administraba el edificio, y un vecino que no tenía relación con ellos, de origen ecuatoriano, reveló la policía de Hialeah.

El ecuatoriano se llama Carlos Javier Gavilanes, tiene 33 años y deja dos hijos. Las otras  víctimas son Italo Pisciotti (79 años), Camira Pisciotti (69), Patricio Simono (65), Merly S. Niebles (51) y una última víctima (una menor de 17 años) cuyo nombre no se ha hecho público, todos residentes del complejo habitacional ubicado en la 1485 West y 46 Street en Hialeah.

El asesino, Pedro Vargas.
El asesino, Pedro Vargas.

El sospechoso, que fue abatido a tiros por la policía, se llamó Pedro Alberto Vargas, de 43 años, cubano.

Todas las víctimas serían de origen latino.

Vecinos citados por El Nuevo Herald, indicaron que el autor de los disparos vivía con su madre en el apartamento 408 del edificio.

Los registros de votantes del condado confirmaron que en ese apartamento residían Pedro Vargas, de 42 años, y Esperanza Patterson, de 83 años. La lista de inquilinos en el vestíbulo del edificio también confirma que Patterson vive en esa dirección, aunque una vecina dijo que jamás se veía a la mujer.

«El era un cubano, una gente solitaria», dijo Gerardo Peraza, quien vive en el primer piso del edificio. «Alto, fuerte, blanco», agregó.

El asesino no solía hablar con los vecinos; de hecho una mujer que vive al lado dijo que ni sabía su nombre. La mujer, que no quiso ser identificada, dijo que el hombre – a quien describió como un cubano de unos 40 años – solía vestir ropa deportiva.

El edificio, ubicado en el corazón de una ciudad mayoritariamente de origen cubano, alberga unas 90 familias.

Vecinos citados por el Herald indicaron que la pelea habría comenzado por humo o fuego dentro del apartamento del autor de los disparos, quien se molestó porque los Pisciottis, que administran el edificio, fueron a ver lo que ocurría, ante el reclamo de otro vecino.

Mariano Arias, de 46 años y quien vive en uno de los apartamentos del segundo piso, dijo que oyó a la madre del pistolero gritarle a los Pisciottis: «¡Saquen a mi hijo del apartamento!» Momentos después, Arias oyó disparos. «Me tiré al suelo», dijo.

Desde un balcón, el supuesto autor del crimen le disparó a los rescatistas que respondieron a la llamada de emergencia. Una de las balas mató a un hombre que paseaba con su hijo al otro lado de la calle 46, matándolo, según explicó el sargento de policía de Hialeah Eddie Rodríguez. Hasta el momento se cree que ese hombre asesinado se llama Carlos Javier Gavilanes y es ecuatoriano.

A continuación, el pistolero se metió en un apartamento del tercer piso tras dispararle a la cerradura y mató a los tres ocupantes: un hombre, una mujer y su hija adolescente que se escondía en el baño.

Luego prosiguió escaleras arriba y tomó dos rehenes en una unidad del quinto piso, manteniéndolos amenazados a punta de pistola hasta las 2 a.m., cuando los equipos de acción especial irrumpieron en el apartamento y mataron al pistolero.

«El malo ha sido abatido, está muerto, ya no puede hacer daño a nadie más; ahora debemos averiguar exactamente qué es lo que ha pasado», indicó a la televisión local de la CBS Carl Zogby, de la policía de Hialeah.

* Con información de EFE

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