Bernardo Tobar Carrión
Quito, Ecuador
Luego de algún artículo sobre la maternidad light, dedicado a las mujeres de gimnasio, silicona y dieta regeneris, me impedía el balance dejar más tiempo sin elogiar los esfuerzos de muchos padres por estar cada vez más saludables, lucir más jóvenes y poder mirarse nuevamente la punta de los pies, que habían quedado ocultos bajo las acumulaciones adiposas de la región media, inevitable sucedáneo de una vida sin emociones y de tantos domingos de fútbol y cerveza. Me inspiró además un tipo al que no veía muchos años, que por entonces ya acusaba prematura calvicie, que me saludó hace poco luciendo melena y nueva esposa. Es que pasado ese umbral psicológico y temporal a partir del cual el hombre empieza a sentir que ha hecho poco y que no le queda mucho tiempo –lo contrario del joven que funge de exitoso y fantasea haber logrado mucho, tener toda la vida por delante-, parece que la obsesión por lo nuevo ya no tiene límites y lo mismo se estrenan coches que esposas, propias o ajenas, o implantes.
[…]