Guayaquil.- Galería DPM inauguró el miércoles 11 de septiembre la exposición «Carne que come carne» del artista Marcos Restrepo (Guayaquil, 1961), la misma que permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre.
Restrepo formó parte durante los años 80 del prestigioso grupo Artefactoría, ha ganado algunos premios, como el Segundo Premio del Salón de Julio del año 2012, y ha realizado exposiciones individuales y colectivas. Ésta es la siguiente exposición individual que realiza desde hace doce años.
«Y no exponía por esa apatía en el público guayaquileño que noté hace mucho tiempo, porque cuando haces una exposición no se trata de mostrar y vender la obra, sino de que la gente vaya y disfrute de la obra, o no la disfrute, pero que vaya y que vea, que se interesa, que pregunte. Así que tengo esa apatía… Nunca he dejado de producir arte, pero si de exponer. Es como cuando invitas a un grupo de amigos a tu casa a comer, y no van, o va uno, o dos, ¡no los vuelves a invitar!»
El título de su exposición es «Carne come carne», y según él explica, alude al hombre que come carne y que también es carne.
«La obra realmente trata de la naturaleza muerta», dice el artista, «de lo clásico de la forma de producir arte de hace unos siglos atrás, como el bodegón, la naturaleza muerta, las alacenas. Los artistas en esa época éramos los únicos que producíamos imágenes, y la naturaleza muerta, pese a ser considerada un arte menor, respecto de las escenas de guerra, de caza, de retratos de reyes, que eran, supuestamente, un arte mayor, aunque eran lo último del escalofón del arte, con ella el artista nos narraba todas las clases de alimentos que se producían y que se comían en ése tiempo, y no hubo otra forma de producir imágenes hasta que llegó la fotografía».
«Pero ahora en mi obra», continúa Restrepo, «aunque es una naturaleza muerta, tiene un tratamiento totalmente contemporáneo del color, la composición, las imágenes, no tiene nada que ver con lo clásico de la naturaleza muerta, y cada obra tiene su sentido, su simbología. Por ejemplo, la que está en el piso, (se refiere a unos panes de pita sellados cada uno con un estómago morado que están en el suelo), son una instalación que se llama «Global Desperdicio», porque es como una globalización del desperdicio, y que tiene que ver con el desperdicio de 1.300 millones de toneladas de comida a nivel mundial, y a que los países industrializados son los que más desperdician. Habrá gente que dirá «pero tú estás desperdiciando esos panes», pero éso es algo mínimo que yo utilizo como simbología para producir la obra y poder decir lo que quiero decir».
«Respecto a la «La historia que se come al tiempo», que es una obra que tiene varios círculos que componen un círculo mayor, tiene que ver también con la naturaleza muerta, con el circulo de círculos: el hecho mismo de que estos rectángulos en realidad son filetes de carne, se refiere a que la historia somos nosotros mismos y nos comemos el tiempo. Y hago este juego de imágenes y palabras, y el gesto de rayar que parece un garabato no es un garabato, sino un intestino, que tiene que ver con la comida».
Galería DPM está ubicada en Circunvalación Sur 111 A y Víctor Emilio Estrada.
mrjc/Fotos LaRepublica