Italia (AP) — Mediante un complejo sistema de poleas y contrapesos, los ingenieros comenzaron el lunes a levantar el casco del crucero Costa Concordia del arrecife de la Toscana donde escoró en 2012, una operación que nunca se había intentado en un barco de tales dimensiones y se manifestaron optimistas de que puedan enderezarlo y remolcarlo más adelante.
El ingeniero Sergio Girotto dijo que la operación de enderezado comenzó a las 9 a.m. (0700 GMT), tres horas después de lo programado debido a que una tormenta retrasó la instalación de un centro de comando flotante cerca del naufragio. La nave no se movió durante las tres primeras horas de operación, pero cuando se aplicaron 6.000 toneladas de fuerza con el sistema de poleas, «vimos cómo se separaba» del lecho marino cerca de la bahía de la isla de Giglio por medio de cámaras subterráneas, agregó.
La meta es rotar el barco 65 grados hasta la vertical, para después remolcarlo.
Se prevé que la operación para enderezar el buque de 300 metros (1.000 pies) y 115.000 toneladas tardará entre 10 y 12 horas.
El Concordia encalló en un arrecife la noche del 13 de enero de 2012 luego de que el capitán acercó el navío demasiado a la costa de Giglio. En el naufragio murieron 32 personas.
Girotto dijo que las cámaras no revelaron inmediatamente ningún indicio de los dos cadáveres que nunca fueron rescatados de entre las 32 víctimas fatales.
Las imágenes transmitidas por sumergibles robóticos indican que la parte sumergida del casco sufrió una «gran deformación» por el tiempo que ha estado comprimida bajo el peso de las 115.000 toneladas del buque, agregó el ingeniero.
La operación inicial para levantar el Concordia del arrecife desplazó el buque apenas 3 grados hacia la posición vertical, dejándolo todavía con una inclinación de 62 grados.
Los ingenieros aguardan que se complete la operación antes de declararla un éxito: se anticipa que toda la rotación durará hasta 12 horas y los trabajadores están preparados para seguir la tarea hasta la noche, de ser necesario.
Hasta ahora, «la rotación ha salido según lo previsto» y no se ha derramado ningún elemento contaminante del buque, afirmó Franco Gabrielli, director de Agencia Nacional de Protección Civil, que supervisa la operación.
Giglio forma parte de un archipiélago toscano en un refugio marino con una población numerosa de delfines y peces.
El Concordia, de 300 metros (1.000 pies), es al parecer el mayor buque crucero que naufragó y que requiere la rotación.
Durante el proceso de rotación, una serie de tanques adheridos al costado expuesto del casco serán llenados de agua a modo de presión.
Una vez que el buque esté enderezado, los ingenieros se proponen agregar un número igual de tanques llenos de agua en el otro costado para equilibrarlo, anclarlo y estabilizarlo durante los meses del invierno. El casco descansará sobre un lecho submarino artificial a unos 30 metros (100 pies) de profundidad, una plataforma y bolsas de cemento para llenar las irregularidades del arrecife.
Cuando llegue la primavera, se irán vaciando los tanques para que el barco pueda navegar nuevamente y ser remolcado.
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