Fenómenos de la política

Gonzalo Peltzer
Buenos Aires, Argentina

Primer acto. Cristina Fernández de Kirchner está convaleciente en la quinta de Olivos desde el 8 de octubre pasado a causa de una operación por un hematoma entre el cráneo y el cerebro. Desde entonces hace reposo absoluto: no lee los diarios, no oye la radio, no se conecta a internet ni ve televisión y nadie le cuenta nada. Solo tres personas que la pueden ver responden a las preguntas que ella hace sin agregar nada. Dicen que ve muchas películas de cine y series de televisión. Cuando los periodistas le preguntaron al ministro de Transporte si le habían informado de un nuevo accidente de trenes con más de cien heridos, ocurrido el sábado 19, contestó que la presidenta no sabe nada. Lógicamente y ante la insistencia en que la presidenta debía tomarse unas vacaciones absolutas de por lo menos 30 días, ha asumido sus funciones el vicepresidente Amado Boudou, aunque nadie sabe bien si es él quien toma las decisiones.

Segundo acto. El domingo pasado, último de octubre, hubo elecciones de medio término en la Argentina. Se renovaron la mitad de los diputados y un tercio de los senadores. En el sistema bicameral y federal argentino, los diputados representan al pueblo de sus provincias en proporción a sus habitantes y hay tres senadores por cada una de las 24 provincias. La provincia de Buenos Aires es la más grande y poblada, con 35 de los 127 diputados que se elegían. Otros 35 suman entre la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Es decir que con cinco jurisdicciones ya nos pasamos de la mitad del país. El partido del gobierno perdió la elección en esas cinco jurisdicciones y quedó con el 32% de los votos en todo el país: perdió 22 puntos respecto a las elecciones presidenciales de 2011, cuando Cristina Fernández de Kirchner arrasó con el 54%. Sin embargo, no perdió mayorías en el Congreso ni perdió la elección: ningún otro partido sacó ese porcentaje a nivel nacional. Ah… y cuando en la salida del colegio electoral le preguntaron por la salud de su madre a Máximo Kirchner, contestó que no podía decir nada porque no es médico.

Tercer acto. El martes 29 por la mañana la Corte Suprema de Justicia de la nación dio a conocer su sentencia en el caso Clarín contra el Estado nacional. El fallo tiene 392 páginas, pero se los resumo en pocas palabras: la ley de medios es constitucional y el Grupo Clarín debe adaptarse a sus disposiciones antimonopólicas y desprenderse de gran parte de sus activos con la correspondiente indemnización si cupiera. También el fallo recuerda la igualdad de derechos, las proporciones y la transparencia que el gobierno deberá respetar de ahora en más y en favor de todos.

El Grupo Clarín es propietario de siete diarios, cuatro de ellos en Buenos Aires, cuatro canales de televisión abierta y estaciones de radio en todo el país, pero su fuerte son los tres millones y medio de abonados a la televisión por cable y un millón y medio de usuarios de servicios de internet. Además es dueño de gran parte de la producción de contenidos que emite por sus propios canales y cables.

La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual fue dictada por el Congreso de la nación y promulgada a gran velocidad entre la elección de medio término de 2009 y la toma de posesión efectiva de los nuevos legisladores y nadie duda que tenía un destinatario. En esa elección también perdió el kirchnerismo, como consecuencia del durísimo enfrentamiento con los productores rurales a raíz de las retenciones a las exportaciones. Durante esa crisis Clarín dejó de ser amigo del gobierno para convertirse en el peor de sus enemigos. Meses antes del conflicto fue el mismísimo Kirchner quien permitió la fusión de dos cables que lo colocaron en la posición dominante que ahora debe abandonar a la fuerza. Además del desgaste de la gestión, lo que limó al gobierno fue el periodismo de investigación –entreverado muchas veces con la sátira– que mostró los negocios del poder, el tráfico de influencias, el enriquecimiento espontáneo de muchos funcionarios y el movimiento de grandes sumas de dinero… ninguna novedad en la política mundial.

Telón. ¿Tenemos que suponer que estos tres actos se encadenaron por casualidad? No podemos saberlo. Desde que la presidenta padeció los síntomas que provocaron la operación, no sabemos nada de ella. Las declaraciones de los ministros son a veces contradictorias y otras parecidas; unos días dizque se pelean y otros dijera que se amigan. Usted piense lo que quiera, que yo prefiero creer que Cristina Fernández de Kirchner sí se entera de todo y mantiene en su mano el control remoto de la play station. Y también creo que esta gente son unos fenómenos de la política. Y que mientras la oposición celebra sus triunfos con globos de colores, ellos trabajan como hormiguitas para darnos más sorpresas, que una cosa es perder las elecciones y otra perder el poder. El mes que viene le cuento…

* Gonzalo Peltzer es periodista argentino. Su texto ha sido publicado originalmente en el diario El Universo.

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