La Fuerza Aérea de Colombia utilizó bombas inteligentes, con la ayuda de los Estados Unidos, para bombardear, en marzo de 2008, un campamento de las FARC ubicado en el Ecuador, en la zona de Angostura, con el objetivo de matar al dirigente de las FARC Raúl Reyes, en ese entonces el número dos de la guerrilla, según un informe de la periodista estadounidense Dana Priest, publicado hoy en el diario The Washington Post.
El informe periodístico, que se basa en entrevistas a nueve funcionarios estadounidenses y colombianos, afirma que se usaron inteligentes guiadas por un sistema de geolocalización GPS “capaces de matar a una persona en la selva”, tras determinar su ubicación exacta. El papel indirecto EE.UU. en ese ataque no se ha divulgado previamente, dice The Washington Post.
Según el diario, el ataque empezó a decidirse en febrero de 2008, cuando un equipo de inteligencia de los Estados Unidos, que trabajaba conjuntamente con Colombia, trabajaba en la búsqueda de tres rehenes estadounidenses secuestrados cinco años antes por las FARC, confirmó conjuntamente con un informante colombiano, la presencia, al otro lado del Putumayo, una milla adentro de Ecuador, la presencia de Luis Edgar Devia Silva, también conocido como Raúl Reyes, y considerado como el N º 2 en el secretariado de las FARC.
El diario describe como «un descubrimiento incómodo para Colombia y los Estados Unidos». Llevar un ataque aéreo significaba que un piloto colombiano vuele un avión colombiano y dispare «una bomba de fabricación estadounidense con un cerebro controlado por la CIA«. El coronel estadounidense trasladó un mensaje sucinto al comandante de operaciones aéreas de Colombia a cargo de la misión. The Washington Post lo cita de la siguiente manera: «Le dije, mira, hombre. Todos sabemos dónde está ese tipo. Eso sí, no la cagues».
Los abogados de la Seguridad Nacional de Estados Unidos interpretaban la operación como un acto de defensa propia. A raíz del 11 de septiembre , habían llegado con una nueva interpretación del uso permitido de la fuerza contra los actores no estatales como Al Qaeda y las FARC. Decía así : Si un grupo terrorista operado ataque un país desde otro cuyo gobierno no hace nada por detenerlo, entonces el país bajo ataque (en este caso, Colombia) tenía derecho a defenderse con la fuerza, incluso si eso significaba meterse a otro país soberano.
Esta fue la justificación legal de ataques con drones de la CIA y otras operaciones letales en Pakistán, Yemen , Somalia y, mucho más tarde, durante la redada en Pakistán que mató a Osama bin Laden.
Así, minutos después de la medianoche el 1 de marzo de 2008, tres A- 37 Dragonflys despegaron de Colombia, seguidos por cinco Súper Tucanos. El sistema de guía de las bombas inteligentes se encendieron una vez que los aviones llegaron a menos de tres millas de la ubicación de Reyes.
Según el Post, siguiendo las instrucciones, los pilotos colombianos se mantuvieron en el espacio aéreo colombiano. Las bombas cayeron de acuerdo a lo programado, destruyendo el campamento en suelo ecuatoriano y matando a Reyes, quien, según informes de prensa colombianos, estaba durmiendo en pijama.
Fuerzas colombianas se apresuraron a atravesar la frontera hacia Ecuador para recuperar los restos de Reyes y también capturaron la laptop de Reyes, considerada luego un gran tesoro de los equipos informáticos encontrados nunca antes en la lucha contra las FARC.
El bombardeo, recuerda The Washington Post, desató una grave crisis diplomática. El líder venezolano Hugo Chávez llamó a Colombia «un estado terrorista» y trasladó tropas a la frontera, como lo hizo Ecuador. Nicaragua rompió relaciones . El presidente colombiano Álvaro Uribe , bajo presión, pidió disculpas a Ecuador. El ministro de Defensa que ordenó el ataque era el actual presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
La disculpa pedida por Uribe, mientras calmaba las relaciones en América Latina, nfureció al pequeño círculo de funcionarios estadounidenses que conocía la historia de fondo. Uno de ellos, citado por el Post, dice: «Recuerdo que pensé :» Yo no puedo creer que estén diciendo esto ‘». «Ellos están renunciando a una posición legal importante. Es una locura».
Según el reporte de The Washington Post, los asesinatos selectivos de dirigentes de las FARC con la ayuda de la CIA, ha provocado una desbanda. «Algunos han huido a Venezuela. Un miembro de la secretaría se esconde de manera intermitente en el Ecuador«, asegura, citando a los altos funcionarios de Colombia cuyos nombres no menciona.
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