El garrote o la cárcel
Guayaquil, Ecuador
La pelea que se está dando entre nebotistas y correístas para demostrar quien es el bueno y quién el malo, en Guayaquil, está llegando a los golpes bajos y no existe un árbitro que les ponga un freno. Esa última escena, en la que policías metropolitanos patean en el piso a unos camuflados gobiernistas, que fueron a decirle bigotón al alcalde en los bajos de su despacho, demuestra de lo que son capaces estos fervientes militantes, de lado y lado, incapaces todos de llevar adelante una campaña política civilizada y libre de estos espectáculos vergonzosos.
