Dammatio ad bestias

Alberto Molina

Alberto Molina
Quito, Ecuador

A través de la historia, han sido varias las formas de aplicar la pena de muerte; los seres humanos en muchas de ellas han hecho gala de extrema crueldad:

La muerte en la hoguera, sobre una pira de leña la víctima acusada de herejía o brujería era amarrada a un mástil y se le prendía fuego.

El fusilamiento, el reo era ejecutado por una descarga de disparos hecha por un pelotón de fusileros; normalmente había sido juzgado por la justicia militar.

El garrote vil, consistía en un collar de hierro colocado en el cuello del reo, asido a un tornillo, la víctima moría por estrangulamiento.

La lapidación, a la víctima la entierra hasta el cuello y la apedrean hasta matarla, este medio de ejecución es muy antiguo y es empleado en países islámicos.

La horca, en esta ejecución la víctima muere por asfixia provocada por la rotura del cuello, este método aún se sigue utilizando en varios países del mundo.

La guillotina, es una máquina con una cuchilla que produce la decapitación de la víctima, utilizada por varios países europeos. A la guillotina se la asocia con la Revolución Francesa de 1789.

La decapitación manual usando la espada y el hacha se empleó desde tiempos muy remotos.

La cámara de gases es un método de ejecución a los criminales en algunos países; históricamente se recuerda el empleo de gases en la I Guerra Mundial y por los Nazis en la II Guerra Mundial.

La silla eléctrica, el reo es atado a una silla y muere electrocutado por una fuerte descarga eléctrica.

La inyección letal, igual que la silla eléctrica, el reo es atado y se le inyecta por vía intravenosa barbitúricos en combinación con químicos paralizantes; estas dos últimas formas de ejecución se emplean en EE.UU.

Damnatio ad bestias que en latín quiere decir “condena a las fieras”, fue una forma de ejecución empleada en la antigua Roma, la víctima era arrojada a la arena del circo para que sea devorada por los leones. Esta pena era aplicada principalmente a los peores criminales y a los primeros cristianos y nos recuerda el relato bíblico del profeta Daniel que fue arrojado a la fosa de los leones por orden de Darío, rey persa; milagrosamente los leones no le atacaron y Daniel sobrevivió.

Hace pocas semanas, en Corea del Norte, el heredero de la dinastía de crueles dictadores, Kim Jong-un, habría ordenado que se aplique la Damnatio ad bestias a su tío y a cinco de sus colaboradores; fueron devorados por 120 feroces perros hambrientos; como en la antigua Roma, este “espectáculo” se lo ejecutó con sevicia en presencia del dictador, su hermano y 300 funcionarios; es decir, que en pleno siglo XXI, se ha vuelto al circo romano. ¡Terrible!

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