La médica cubana Ramona Matos Rodríguez, llegada a Brasil como parte de un acuerdo entre los gobiernos de Dilma Roussef y Raúl Castro, ha desertado y buscado refugio en la oficina del legislador Ronaldo Encalada, en el Palacio Legislativo de Brasilia, según reporta el diario O Globo. Matos ha anunciado que pedirá asilo.
Ella dijo que «huyó» el sábado de la locaidad de Pacajá, donde trabajaba en una clínica, después de descubrir que otros médicos extranjeros contratados por el gobierno brasileño ganaban 10.000 reales, mientras que los cubanos, según ella, reciben 400 dólares. Mientras que otros 600 dólares son depositados en una cuenta cubana, y que se les entregará cuando regrese a la isla.
«Yo pienso que fui engañada en Cuba. No dijeron que Brasil paga 10 mil reales a los médicos extranjeros. Me informaron que serían 400 dólares aquí y 600 entregados después que termine el contrato. Creí que el salario era bueno, pero no sabía que el costo de la vida en Brasil sería tan alto», afirma la cubana.
De acuerdo con Ramona, el gobierno cubano también había informado que los médicos podrían llevar sus familiares al Brasil, lo que, según ella, no ocurrió. La médica relató que tenía el persmiso del gobierno cubano para visitar otras ciudaes del Brasil, pero que tenía que avisar del traslado a un «supervisor cubano» que vivía en Belem.
Ramona afirmó que llegó a Brasil en diciembre y mostró a los periodistas un contrato firmado con la Sociedad Mercantil Cubana Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos, empresa que sería la intermediaria de su contrato en Brasil.