El rodillazo con el que lesionó a Neymar en el partido de cuartos de final del Mundial se ha convertido en un problema personal para Camilo Zúñiga. El defensa colombiano, que negó que tuviera intención de lesionar al brasileño y pidió perdón por su acción, y su hija han sufrido graves insultos en las redes sociales. «Tu papá es un mierda, un hijo de puta» es solo uno de los numerosos mensajes, en los que también se desea la muerte al jugador y a su hija, que aficionados radicales, supuestamente seguidores de Brasil, han colgado en la página de Instagram del defensa.
Neymar es baja para lo que resta del Mundial por una fractura de la tercera vértebra lumbar por la que necesitará de cuatro a seis semanas de recuperación. Una lesión que le ocasionó el colombiano Zúñiga al propinarle un rodillazo en el minuto 86 del partido que selló la clasificación de la selección brasileña a las semifinales.
La explosión, la agresividad y la potencia que le atribuyen a Camilo Zúñiga en el fútbol parecen hoy pruebas para condenar al colombiano, el más odiado por 200 millones de brasileños, un demonio que merece un fin, el punto en la mira de quienes por miles hoy le amenazan e insultan en las redes sociales.
