Rusia invita a visitar frontera para exponer excesos ucranianos

Kiev, 15 jul (EFE).- Diez países occidentales, entre ellos Estados Unidos, Alemania, Francia o España, aceptaron la invitación rusa para inspeccionar la frontera con Ucrania, escenario desde hace días de cruentos enfrentamientos.

«El objetivo del viaje es conocer la situación. Esperemos que nuestros colegas informen a sus gobiernos sobre lo que vean», aseguró Serguéi Rizhkov, representante del Ministerio de Defensa ruso.

El funcionario aseguró que Rusia está alarmada por la escalada de tensión en la frontera, varias de cuyas secciones fueron tomadas por los rebeldes prorrusos a principios de junio, pero que las fuerzas gubernamentales han recuperado en parte en los últimos días.

El grupo, que viajó hoy a la zona fronteriza, incluye a diez agregados militares occidentales acreditados en Moscú, además de un representante chino.

«Consideramos que (la invitación de los agregados militares) es otro gesto de buena voluntad de la parte rusa, una confirmación de nuestra política de transparencia en actividades militares y un intento más de dar a conocer a la opinión publica mundial la situación real en la zona fronteriza», aseguró el viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antónov.

Antónov denunció que las localidades rusas situadas cerca de la frontera con Ucrania son crecientes objetivos de tiroteos provenientes del país vecino.

Una de las poblaciones ucranianas más afectadas es Snézhnoe, en la región de Donetsk, donde diez civiles pueden haber muerto hoy en el bombardeo de un edificio de viviendas del que se acusan mutuamente los rebeldes y el Gobierno de Kiev.

El domingo pasado un civil murió al estallar en el patio de su casa un proyectil de artillería disparado desde territorio ucraniano, incidente que Moscú tachó de «acto de agresión» a la soberanía de su territorio y a sus ciudadanos.

Tanto el Ministerio de Defensa como la Guardia Nacional ucranianos negaron que fuerzas gubernamentales atacaran las poblaciones rusas próximas a la frontera.

De hecho, Kiev acusa desde hace semanas a Moscú de permitir la libre circulación a través de la frontera de milicianos rebeldes equipados con armamento pesado, entre los que figurarían numerosos mercenarios rusos.

Ucrania «niega cínicamente hechos evidentes y hace todo lo posible por desviar las acusaciones de cañonear territorio ruso», señaló Antónov.

Rusia repartió anoche invitaciones a 18 agregadurías militares, pero siete rechazaron la posibilidad de viajar a la frontera, aduciendo diferentes motivos.

«Solo Ucrania, Japón, Corea del Sur y Holanda respondieron con una negativa rotunda», dijo Rizhkov.

En un intento de rebatir las acusaciones ucranianas, Rusia invitó también a diez observadores de la OSCE a inspeccionar dos puntos fronterizos en Donetsk y Gukovo.

Al respecto, la OSCE anunció hoy que enviará a la zona a tres observadores, que emitirán la próxima semana una informe sobre la necesidad de desplegar en la frontera ruso-ucraniana una misión permanente en la que podría recurrir a aviones no tripulados.

La Cancillería ucraniana no tardó en criticar hoy la iniciativa por tener lugar la inspección solo en la parte de la rusa de la frontera y acusó a Moscú de intentar confundir a la comunidad internacional y desacreditar la ofensiva gubernamental contra los insurgentes.

«Los militares ucranianos no han disparado ni dispararán contra los territorios de los países vecinos», dijo el portavoz.

Además, instó a Moscú a dejar de ayudar militarmente a los milicianos insurgentes, críticas que han sido secundadas por Estados Unidos.

El departamento de Estado norteamericano publicó un informe en el que insiste en que Rusia sigue suministrando a los rebeldes armamento pesado y dinero, al tiempo que los milicianos tienen carta blanca para cruzar la frontera cuando se les antoje.

En particular, denuncian que Rusia ha concentrado equipos militares, entre ellos tanques fuera de servicio, cerca de la frontera con Ucrania que podrían ser transferidos a las fuerzas separatistas.

Con todo, Ucrania se mostró hoy dispuesta a celebrar una nueva reunión del Grupo de Contacto, asunto que fue abordado recientemente por el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, y la canciller alemana, Angela Merkel.

Eso sí, los representantes separatistas no se reunirían cara a cara con las autoridades de Kiev, sino a través de una vídeo-conferencia.

Kiev estimó hoy en 258 las bajas entre las fuerzas gubernamentales desde el inicio de la operación antiterrorista en abril, mientras otros 45 militares habrían caído en manos de los insurgentes, incluidos los dos pilotos del avión An-26 derribado el lunes por los separatistas en la región de Lugansk. EFE

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