El Perfume del Che

María Fernanda Egas
Miami, Estados Unidos

Los hechos de la última semana de septiembre en Ecuador no pudieron representar mejor la paradoja de la autodenominada izquierda latinoamericana. Mientras el Fiscal General postergó la audiencia para los estudiantes del Colegio Mejía del domingo 28 para el jueves 2 de octubre, suficiente para que los jueces observasen menos rastros de maltratos que fueron denunciados y constatados por la Cruz Roja, el país se aprestaba a ser la sede de un encuentro de movimientos y partidos de izquierda que sesionaron indolentes ante la situación de los jóvenes presos por protestar contra las políticas del gobierno, como el alza del precio del pasaje del transporte urbano.

Las imágenes del Che Guevara en la protesta del 17 de septiembre enarbolada por los estudiantes es el mismo que exhibe y al que canta el partido de gobierno. El médico argentino quien se alió con Fidel Castro y su revolución cubana, quien echó al traste cualquier ideal de respeto a la vida y se transformó en El asesino de La Cabaña supervisó y ejecutó personalmente a decenas de personas a quienes consideraba enemigos de la revolución. El Che creía firmemente en el odio como factor de lucha, y en la eliminación de cualquier ser humano que constituyese una amenaza a su causa.

¿Qué pueden entonces esperar los estudiantes de un gobierno que se identifica con esta figura criminal del marketing revolucionario cubano? ¿Qué les depara a los propios estudiantes idolatrando también la figura del mismo asesino de su derecho a la protesta?

La respuesta estuvo el 29 y el 30 de septiembre en Quito. Varias figuras de la izquierda latinoamericana y española llegaron para respaldar a un régimen que utiliza un discurso de izquierda, pero que en la práctica ha vuelto a los brazos del Banco Mundial, a los mercados internacionales colocando “exitosamente” bonos soberanos pagando generosos intereses del 8% a10 años, empeñando el oro de la reserva nacional a la firma estadounidense Goldman Sachs, y prendando nuestro petróleo a China.

Entre los invitados de honor del régimen ecuatoriano estuvo el español Pablo Iglesias, líder de Podemos. Según recientes reportes de diario El País de España, Podemos, que se ha autoproclamado independiente de los poderes hegemónicos, recibió 5 millones de dólares de Hugo Chávez y Nicolás Maduro “para financiar su think tank y presentarse finalmente como la revelación de las últimas elecciones parlamentarias europeas”. Diario El País denunció que la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales, vinculada a Podemos, recibió 3,7 millones de euros del gobierno venezolano entre 2002 y 2012. “En esa década el gobierno de Hugo Chávez fue siempre su mejor y a veces casi su único cliente; buena parte de los pagos -1,6 millones de euros- fueron por asesorar directamente al mandatario”, informó el diario.

Así como Iglesias fue indolente con los estudiantes presos en Ecuador, también lo ha sido con los estudiantes presos en Venezuela; y avala la postura de represión a la libertad de prensa del correísmo que implica más de 800 agresiones a la misma.

Para seguir con los ilustres invitados de la “izquierda latinoamericana” que brindaban con el presidente mientras padres de familia y compañeros de los estudiantes reclamaban por los maltratos que estos habrían sufrido, quedó constancia de la presencia de Piedad Córdoba, la ex senadora colombiana señalada como colaboradora de las FARC en los archivos de Raúl Reyes obtenidos mediante el bombardeo de marzo del 2008 al campamento que este mantenía en Angostura, Ecuador, y quien habría mantenido reuniones con alias Simón Trinidad, otro alto líder de las FARC. Según el entonces Procurador colombiano Alejandro Ordóñez, la ex senadora de su país respondería al alias “Teodora”, y en documentos como el del 17 de septiembre de 2007 “Teodora” menciona que su vídeo con Reyes en la selva ha causado revuelo y que “He sostenido reuniones con el canciller venezolano y me reúno con el Presidente Chávez».

La carrera de Piedad Córdoba en el Senado colombiano ha sido por demás polémica. Después de su primera destitución volvió al Senado con su recientemente fundado movimiento Poder Ciudadano Siglo XXI. Su segunda destitución se debió precisamente a los archivos de Reyes. A más de su intervención en las negociaciones de liberación de rehenes de las FARC, Córdova ha protagonizado impasses en su país por declaraciones en los más altos foros internacionales contra el gobierno de Uribe y a favor de las FARC.

Era de esperarse la presencia del ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, a quien el Congreso de su país lo cesó en funciones en junio del 2009 apegándose al artículo 205 numeral 20 de la Constitución de la República que faculta a los legisladores hondureños a aprobar o improbar la conducta del Presidente de la República. Zelaya fue cuestionado por continuar con su propósito de llevar a cabo su consulta popular que abriese camino a la reelección consecutiva, la que fue declarada ilegal por el Juzgado de Letras de lo Contencioso Administrativo y ratificado por la Corte de Apelaciones de la Corte Suprema de Justicia de Honduras.

Como este episodio no sumó otro triunfo de la utilización de instrumentos democráticos para consagrar otra tiranía recibió la ira del grupo del socialismo siglo XXI, nada extraño cuando el mismo grupo de juristas españoles como Roberto Viciano Pastor y Rubén Martínez Dalmau, de la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales –la misma vinculada a Podemos- que asesoraron las reformas a la constitución que hicieran Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, estuvieron también en Honduras aconsejando a Zelaya en la convocatoria a una Asamblea Constituyente.

Entonces, la reacción del presidente del Ecuador incluyó un ultimátum de 24 horas a las autoridades hondureñas para permitir el retorno del derrocado Zelaya a Honduras y amenazó con bloqueos y expulsión de Honduras de la OEA. Por su parte, Hugo Chávez envió un avión a Costa Rica para trasladar a Zelaya a Nicaragua, para una reunión urgente del ALBA.

La anunciada presencia del Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, no se concretó. Cabello participó el 14 de febrero de 1992 en el frustrado golpe de Estado contra el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez.y fue el brazo derecho de Chávez ocupando varios cargos durante sus presidencias, y a su muerte se ha constituido en el hombre más poderoso de Venezuela. El mismísimo Wikileaks de nuestro huésped en Londres, Julian Assange, filtró que existiría una “red de corrupción del gobierno venezolano encabezada por Diosdado Cabello». Una demanda en una Corte de Miami basada en declaraciones de empleados de Derwick Associates Corporation, USA afirma que esta ofreció sobornos para que les concedieran realizar varios proyectos de electrificación en Venezuela a uno o más funcionarios venezolanos, incluyendo un pago de $50 millones a Diosdado Cabello.

Al igual que el Che, Diosdado no tolera opositores. Imposible olvidar el trato avasallador y amenazante a María Corina Machado en la Asamblea Nacional, y el haberse tomado la atribución de escoltar personalmente al líder opositor Leopoldo López a la cárcel, en donde se encuentra confinado sin poder ver la luz del sol ni recibir un juicio justo. El todopoderoso del chavismo no llegó a Quito a iluminar a esta “izquierda” y apoyar al correísmo, pero ningún correligionario de peso en funciones lo hizo. Fue un encuentro internacional de izquierda en Ecuador del que la izquierda ecuatoriana se desvinculó.

Y debieron terminar los festejos, los cánticos y los brindis para que se desinflamaran un poco los 54 estudiantes y pudiesen tener su audiencia. Al más puro estilo de los creadores del perfume del Che, incontestables dueños de esta franquicia de dolor y sangre.

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