Sao Paulo, 21 oct (EFE).- Los círculos de poder en Estados Unidos tienen «cierto favoritismo» por el candidato opositor brasileño Aécio Neves, afirmó hoy en Sao Paulo el presidente emérito del centro de estudios estadounidense Inter-American Dialogue, Peter Hakim.
«Aécio tiene cierto favoritismo en Estados Unidos, pero sé que Estados Unidos no ve un cambio inmediato enorme» en caso de que el opositor derrote el domingo a la presidenta Dilma Rousseff en la segunda vuelta electoral, dijo Hakim.
El académico especializado en Brasil reveló que escuchó de un funcionario del Departamento de Estado norteamericano la palabra «adversarios» para referirse al Gobierno brasileño, luego de la crisis abierta por el espionaje estadounidense contra la presidenta Rousseff y de la estatal Petrobras, denunciados por el exanalista de la CIA Edward Snowden.
«Por primera vez escuché la palabra adversarios por parte de un diplomático estadounidense pare referirse a Brasil», dijo Hakim en relación al escándalo, que provocó la cancelación de una visita de Estado de Rousseff en 2010 a su colega Barack Obama.
El académico habló con periodistas extranjeros y brasileños en la Facultad Armando Alvares Penteado (FAAP) de Sao Paulo, con el exembajador y exministro de Economía Rubens Ricúpero, con quien abordó la agenda bilateral Brasil-Estados Unidos.
Las relaciones bilaterales redujeron una posibilidad de ser relanzadas, según Hakim y Ricúpero, por la decisión de Brasil de comprar aviones cazas suecos en lugar de estadounidenses de la Boeing para modernizar su flota militar.
Según el presidente del Inter-American Dialogue, «no será fácil cambiar» el ritmo de la relación, pero, a su juicio, dentro del Gobierno de Washington «sería más fácil con Aécio Neves».
En ese sentido, citó al consultor, expresidente del Banco Central y candidato a ministro de Hacienda de Neves, Armimio Fraga, de quien dijo que «tiene muchos admiradores» en Washington.
Ante una pregunta de Efe, aseguró que oficialmente Washington «se ha quedado quieto» en las elecciones brasileñas, ya que en América Latina cuando un candidato recibe la oposición oficial de Washington «crea más apoyo interno» entre su población.
Segundo socio comercial de Brasil desplazado por China en 2009, Hakim indicó que históricamente Brasil y Argentina se opusieron a acuerdos comerciales con Estados Unidos.
Pero aclaró que también la situación actual de Estados Unidos, «donde se perdió el centro político en el Congreso debido a las posiciones radicalizadas de republicanos y demócratas» pondrían en jaque la firma de un acuerdo de libre comercio.
En caso que cambie el Gobierno en Brasil, «Aécio deberá mostrar más independencia» porque no puede «de un día para el otro» querer un acuerdo de libre comercio.
«Con todos los negociadores latinoamericanos de países que firmaron acuerdos de libre comercio que conozco, todos salieron de allí con un gusto amargo», dijo.
Y anticipó que en caso de que Brasil lo concrete puede tener también «ese gusto amargo».
Hakim cuestionó lo que llamó «dos obsesiones» de Washington, como mantener el bloqueo a Cuba y el apoyo incondicional a Israel, temas que no podrán ser modificados a raíz de los tiempos electorales.
Exministro de Economía en el Gobierno de Itamar Franco en 1994 y exembajador en Washington y Roma, Ricúpero aclaró que la política externa brasileña no debe dividirse entre quienes quieren acuerdos de libre comercio o los que los rechazan.
«Lo que hace diferencia para el comercio de Brasil no es un acuerdo en sí, sino la relación del producto con el precio y la calidad. Brasil es competitivo en mineral de hierro, soja, jugo de naranja, algodón, etanol, azúcar», enumeró.
Ricúpero, director de la Facultad de Economía de la FAAP, se preguntó cómo vivirá la industria brasileña, la más desarrollada de Suramérica, una negociación de libre comercio «si ya está perdiendo competitividad frente a las importaciones con el proteccionismo actual».
Tanto Ricúpero como Hakim apuntaron la función de Chile, que se ofreció a ser «puente» entre el Mercosur y los países de la Alianza del Pacífico.
«La integración natural entre Suramérica se da con el progreso de Unasur. Con Estados Unidos debe estar en una segunda etapa», evaluó el analista estadounidense. EFE