Lacalle Pou, la sopresa del centroderecha que puede derrotar al oficialismo en Uruguay

Luis Alberto Lacalle Pou, haciendo "la bandera" en una calle en Montevideo.

Luis Lacalle Pou, el joven líder del conservador Partido Nacional, se ha convertido en el candidato capaz de destronar al oficialista Frente Amplio, tras irrumpir en la campaña como un soplo de «aire fresco» -el nombre de su agrupación política-, y subir como la espuma en las encuestas.

Desde que se lanzó como candidato presidencial en las internas de la histórica agrupación «blanca», votación que ganó de forma amplia y contra todo pronóstico, Lacalle Pou no ha dejado de crecer en intención de voto hasta el punto de dar por seguro su paso a una segunda vuelta en la que el candidato del Frente Amplio, Tabaré Vázquez, no tendrá todo a su favor para ganar.

Hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995), el candidato nació en Montevideo en 1973 y es abogado de profesión, si bien la política ha sido su principal campo de acción desde que entró en el Parlamento como diputado en el año 2000.

Su madre, María Julia Pou, también fue senadora por el Partido Nacional, y varios de sus antepasados fueron históricos lideres del partido.

Sin embargo, su ascenso a la primera fila de la política con aspiraciones reales a convertirse en presidente es cosa muy reciente.

Cuando Lacalle anunció sus intenciones de ser precandidato a la presidencia hace aproximadamente un año, pocos apostaban por él.

Sin embargo, fue poco a poco recabando apoyos y despertando un inusitado entusiasmo entre los simpatizantes nacionalistas, mientras que Jorge Larrañaga, su rival en las internas y hoy candidato a vicepresidente, lo miraba desde muy arriba en las encuestas.

Su triunfo allí fue toda una sorpresa y dejó desarmados a casi todos sus rivales, que no contaban con su presencia ni con su forma de hacer política.

De aspecto juvenil, este padre de tres hijos ha basado su campaña presidencial en hacer las cosas «por la positiva» -lema de su campaña-, y ayudado por grupos entusiastas apostó por inundar de propuestas a los electores antes que criticar con dureza a sus oponentes.

De este modo, Lacalle Pou se movió hacia el centro político para atraer votos de los indecisos y de moderados que antes votaban al Frente Amplio, a costa de evitar entrar en debates como la inseguridad ciudadana, uno de los temas claves de la campaña, lo que le ha sido echado en cara por sus rivales.

Precisamente, su apoyo inicial a la muy criticada propuesta de modificar la Constitución para rebajar la edad de imputabilidad penal lanzada por el Partido Colorado, quedó diluida en su campaña para no entorpecer esa imagen de centro.

Otra clave de su campaña, muy efectiva según varios analistas y que le ha valido el apodo mediático de «Lacalle Pop», ha sido su imagen y su mensaje muy desestructurado, emotivo en ocasiones, festivo en otras, acompañado en numerosos actos por música y baile y con mucha presencia de jóvenes militantes.

Sus críticos señalan que su discurso político es «vacío» y que no tiene grandes propuestas y que pese a su actitud y talante constructivo, durante su época parlamentaria no apoyó nunca medidas del oficialismo que ahora defiende.

Así, pese a que Lacalle Pou presentó en aquel período una propuesta para legalizar el cultivo de marihuana con la intención de romper con la «hipocresía» de la ley uruguaya, cuando el Gobierno del saliente presidente Jose Mujica aprobó la revolucionaria legalización de la compraventa de marihuana en el país, él se opuso.

Durante este debate llegó a confesar que consumió marihuana y cocaína en su juventud, durante el período en el que su padre fue presidente de la República.

Aficionado al deporte, Lacalle Pou jugó al fútbol y al rugby, además de practicar surf, correr y acudir regularmente al gimnasio.EFE

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