Artista «acribilla» a Augusto Pinochet en pleno centro de Santiago

SANTIAGO (CHILE), 03/12/2014.- Detalle de la instalación del artista chileno, Francisco Tapia, conocido como "Papas Fritas", hoy, miércoles 3 de diciembre de 2014, en Santiago (Chile). Papas Fritas, autor de una polémica obra en la que el dictador Augusto Pinochet muere "ametrallado" por una estudiante encapuchada, dijo durante una entrevista que todas sus obras "son un llamado a la desobediencia civil", pero no a la violencia. EFE/Sebastian Silva

Santiago de Chile, 3 dic (EFE).- El artista chileno Francisco Papas Fritas, autor de una polémica instalación en la que el dictador Augusto Pinochet muere «ametrallado» por una estudiante encapuchada, dijo hoy a Efe que todas sus obras «son un llamado a la desobediencia civil», pero no a la violencia.

«Creo que este es el único mecanismo que puede hacer entender a los gobernantes que los ciudadanos somos los dueños de su poder y que están donde están para administrar nuestros bienes y nuestras riquezas», señaló el artista.

La obra que muestra la muerte de Pinochet, titulada «El ladrillo angular», está colocada frente al Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y es parte de una exposición organizada por el colectivo artístico «Etcétera…» que toma como punto de partida la economía del extractivismo y diversas formas de explotación contemporáneas.

«Para mi proyecto me basé específicamente en el libro ‘El Ladrillo’, escrito por los ‘Chicago Boys’, discípulos chilenos del estadounidense Milton Friedman, que impusieron, al amparo de la dictadura, el modelo neoliberal en Chile, dijo.

Un libro que según Papas Fritas, «sirvió como base de sofisticación del sistema neoliberal que tuvo en Chile su campo de experimentación».

Por este motivo, la obra se dispone sobre un camino de ladrillo que funciona como metáfora de todos los chilenos convertidos en «individuos imbricados en el sistema neoliberal».

Sobre ellos, se puede ver representado el instante posterior en el que Augusto Pinochet «muere» tras recibir los disparos de metralleta de una escolar encapuchada.

«La niña, encapuchada por miedo y no por terrorismo, representa a todos los ciudadanos que disparan metafóricas balas discursivas contra el ladrillo y el dictador, algo que también es un sueño para muchos», aclaró Papas Fritas.

Tras Augusto Pinochet, en una secuencia de caída del cuerpo inerte, se suceden, sin cabeza, figuras que representan a los diferentes presidentes del país austral tras la recuperación de la democracia, desde Patricio Aylwin hasta Sebastián Piñera, todos caen muertos sobre el camino de ladrillos.

Según el artista, esta metáfora expone la «continuación de la dictadura hasta el día de hoy» y muestra la «inexistencia de una ruptura de las políticas del país austral que se siguen basando en ‘el ladrillo’ como en tiempos de la dictadura militar».

La obra, titulada «Ladrillo Angular» representa una muerte ficticia, sin embargo, para el artista esta ilusión va mucho más allá de una simple fantasía, pues en las mentes de los observadores «genera el pequeño ensueño de que se está haciendo justicia contra alguien (Augusto Pinochet) que murió en la impunidad».

El pasado mayo Papas Fritas se convirtió en el centro de atención al exponer en una galería de arte las cenizas de los pagarés de estudiantes universitarios que él mismo robó de los archivos de la Universidad del Mar.

«El ladrillo Angular» es una de las 28 obras de arte reunidas en la exhibición «Los trabajadores de la luna» que, como la obra del controvertido Papas Fritas, tiene el humor negro, el sarcasmo y el compromiso social como eje vertebrador. EFE

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