CIA mintió sobre los interrogatorios

En fotografía del 3 de marzo de 2005 se ve a un trabajador limpiando el piso de la sede de la Agencia Inteligencia de Estados Unidos en Langley, Virginia. Senadores dieron a conocer un informe donde se indica que la CIA engañó a los ciudadanos estadounidenses al decir que las duras técnicas de investigación a presuntos terroristas permitieron salvar vidas. (Foto AP/J. Scott Applewhite, archivo)

WASHINGTON (AP) — Cuando los interrogadores de la CIA torturaban a Jalid Sheikh Mohamedacusado de haber ideado los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en territorio estadounidense— en una prisión secreta en Polonia en marzo de 2003, una analista de alto rango de la CIA les pidió que le mostraran una fotografía de un presunto terrorista llamado Majid Khan.

Los interrogadores abofetearon a Mohamed, le impidieron dormir, lo rehidrataron a través del recto, amenazaron con matar a sus hijos y lo torturaron con procedimiento de casi ahogamiento en agua en 183 ocasiones. Entonces él ofreció detalles sobre Khan.

La analista dijo posteriormente al inspector general de la CIA que la información de Mohamed ayudó a conducir al arresto de Khan, según los registros de la agencia. La CIA incluyó eso como una historia exitosa en un reporte de 2004 que se hizo público y que por muchos años permaneció como el relato más detallado sobre el programa.

Sin embargo, la analista, entonces subdirectora de la unidad Osama bin Laden de la CIA, sabía que Khan ya había sido capturado en Pakistán cuando se interrogó a Mohamed respecto a él, reveló el reporte de 520 páginas de la Comisión de Inteligencia del Senado sobre los interrogatorios de la CIA que fue publicado la semana pasada.

En otras palabras, lo que dijo ella al inspector general no era verdad.

El reporte de la cámara alta ha expuesto años de tales declaraciones falsas por parte de la CIA que parecen tratar de reforzar la supuesta efectividad de los brutales interrogatorios. La CIA admite inexactitud respecto al arresto de Khan, mientras que rebate la mayor parte del reporte y subestima otros aspectos.

Sin embargo, la investigación del Senado se apoyó en registros propios de la CIA para documentar un patrón de una agencia que consistentemente resta importancia a la brutalidad de las técnicas empleadas con detenidos y exagera el valor de la información que produjeron.

«Se decidió hacer algo y ahora se tiene que justificar, e incluso se puede creer las propias justificaciones», dijo Cynthia Storer, una ex analista de la CIA cuyo trabajo ha sido reconocido como ayuda a localizar a bin Laden y quien se opuso a la tortura.

«La CIA mintió«, dijo en la cámara alta hace unos días el senador demócrata Mark Udall, uno de los más duros críticos a la agencia.

En su respuesta por escrito al reporte, la CIA dijo que estaba «desalentada» por haber «fracasado en lograr sus propios estándares de precisión de lenguaje y admitimos que esto fue inaceptable». Pero, agregó la agencia, «incluso en esos casos, fundamentamos que el impacto real de la información adquirida de los interrogatorios fue significativo y aún está sustentada».

Funcionarios de la CIA insisten en que el tratamiento a Mohamed y otros detenidos produjo información de inteligencia valiosa, algo que el reporte del Senado contradice. La CIA defiende 18 de los 20 casos en que la cámara alta dice que la agencia fracasó en obtener información de inteligencia excepcionalmente valiosa de detenidos a través de interrogatorios brutales.

El reporte del Senado ha expuesto mentiras mucho más allá de sus páginas.

El ex administrador de la CIA José Rodríguez escribió en sus memorias de 2011, «Hard Measures» (Medidas difíciles) que durante las simulaciones de ahogamiento, «nuestros agentes utilizaron mucho menos agua durante períodos mucho más cortos de los que estaban autorizados».

Sugirió que el punto de vista público había sido influenciado por «una versión de caricatura» en la cual los detenidos son «prácticamente remojados por una manguera de bomberos».

Registros de la CIA citados en el reporte muestran que Rodríguez, quien destruyó videograbaciones de algunas de las sesiones, no estaba diciendo la verdad.

Las simulaciones de ahogamiento fueron mucho más intensas y atroces de lo que el Departamento de Justicia había autorizado, según los registros, lo cual la CIA no ha rebatido.

La tortura por ahogamiento ocasionó que el operador de al-Qaida Abu Zubaydah quedara «completamente inerte, con burbujas saliendo de su boca totalmente abierta», mientras que el procedimiento utilizado en Mohamed llegó al punto de «casi ahogarlo» ya que los interrogadores vertieron una gran cantidad de agua sobre su nariz y boca. La primera sesión de ahogamiento de Mohamed duró 10 minutos más de lo que permitía el Departamento de Justicia, dice el reporte del Senado.

Rodríguez, quien manejó el programa de interrogación de la CIA, no respondió las solicitudes de comentario de The Associated Press.

Funcionarios de la CIA dijeron que no podían hablar por Rodríguez, pero señalaron que la aseveración de la analista sobre el arresto de Khan fue un error único.

Investigadores del Senado dijeron que el error se repitió muchas veces en informes al inspector general y fue utilizado para apuntalar el caso buscando la aprobación del Departamento de Justicia a las técnicas brutales. La información errónea fue enviada además a un panel de la CIA que revisaba el programa de interrogatorios.

La misma analista, quien ahora tiene un cargo de alto rango en el centro de Contraterrorismo de la CIA, exageró otros aspectos de información de inteligencia obtenida bajo tortura en su informe al inspector general, dice el reporte. Ella tuvo una participación significativa en el secuestro injusto de por parte de la CIA del ciudadano alemán Jaled el-Masri, quien dice que fue torturado en la prisión clandestina llamada Pozo de sal de la CIA en Afganistán.

Otra falsa declaración de la CIA, dice el reporte de la cámara alta, fue la aseveración a la Casa Blanca, el Departamento de Justicia, el Congreso, y posteriormente al público de que Zubaydah, primer detenido sometido a simulación de ahogamiento, dijo a la CIA que creía que Estados Unidos era débil y carecía de resistencia, y que dejó de cooperar al ser sometido a técnicas tradicionales de interrogación.

En agosto de 2006, un experto de la CIA en al-Qaida escribió: «No tenemos registros de que ‘él declarara que Estados Unidos era débil, y carecía de resistencia’ …» Otro experto en al-Qaida escribió, «No puedo encontrar referencia a AZ siendo desafiante y declarando que Estados Unidos es débil… de hecho todo lo que he leído indicaba que él utilizó una estrategia de resistencia no desafiante».

Otros dos conjeturaron cómo se arraigó la exageración. Ellos hicieron referencia a la analista de alto rango que proporcionó la afirmación errónea al inspector general.

«Sí, así lo creo», escribió otro funcionario. «Y estoy de acuerdo, deberíamos pasarlo por alto en silencio».

Años de errores en el manejo de información salieron a la luz durante la primera sesión informativa sobre los interrogatorios en el pleno de la Comisión de Inteligencia del Senado, en 2007, en la que participó el entonces director de la CIA Michael Hayden. El funcionario hizo numerosas afirmaciones erróneas respecto al programa, sus técnicas, el número de detenidos y la información de inteligencia, que el estudio del Senado dedicó un anexo de 37 páginas a verificación de hechos sobre su testimonio.

«Estaba describiendo el programa maduro cuya operación que estaba sugiriendo», dijo Hayden la semana pasada en un correo electrónico. «Pienso que muchos de los incidentes que ellos señalaron provienen de la etapa temprana del proceso de interrogación».

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