Prisión para fundador de presunta secta en España acusado de abusos sexuales

Feliciano Miguel Rosendo da Silva (i), líder de la presunta secta de Oia (Pontevedra) que posteriormente se instaló en Madrid, ha llegado hoy al Juzgado de Instrucción 1 de Tui (Pontevedra) para prestar declaración tras ser detenido el pasado jueves en Collado Villalba (Madrid). EFE

Pontevedra (España), 14 dic (EFE).- Un juzgado de Galicia (noroeste) decretó hoy el ingreso en prisión condicional comunicada y sin fianza de Feliciano Miguel Rosendo da Silva, líder de una supuesta secta a quien imputa los delitos de asociación ilícita y abusos sexuales.

Miguel Rosendo fue el fundador de la llamada Orden y Mandato San Miguel Arcángel, a quien el Obispado de Tui-Vigo apartó ya cautelarmente al tener quejas de su «conducta moral» después de que en julio de 2009 la hubiera reconocido como asociación pública de fieles con derecho diocesano.

Aparte de Miguel Rosendo fueron imputadas otras tres personas, en el marco de la instrucción abierta para investigar los presuntos delitos de asociación ilícita en concurso con organización criminal, abusos sexuales, blanqueo de capitales y contra la integridad moral y la hacienda pública.

El caso fue desvelado por varias personas que rompieron lazos con la Orden y Mandato de San Miguel mediante una rueda de prensa el miércoles pasado en la que denunciaron públicamente supuestos abusos sexuales, físicos y psicológicos, así como enriquecimiento ilícito.

Al día siguiente, la Guardia Civil arrestó al líder de la presunta secta y a una de sus personas de mayor confianza.

Durante un registro practicado en una residencia de las afueras de Madrid la Guardia Civil se incautó de 4.000 euros, diversa documentación, material informativo y dos vehículos.

Además, en otra residencia de la provincia de Pontevedra, que fue durante años el centro neurálgico de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, se incautó de otro material.

Unos meses después de recibir informaciones sobre supuestas irregularidades en la Orden – en diciembre de 2012 – el obispo de Tui-Vigo nombró a un visitador canónico al que encomendó que comprobara de primera mano esos hechos.

El informe concluyó casi un año después y se corroboraron las denuncias recibidas sobre «la conducta moral» de Miguel Rosendo, por lo que fue apartado cautelarmente.

En su lugar, el obispo nombró a un comisario en funciones por tiempo indefinido, a cuyo cargo quedaron 27 miembros llamados «exploradores», que realizan su labor de apostolado en la Diócesis de Tui-Vigo, y cuatro «consagradas miguelianas» que atienden una residencia geriátrica cerca de Madrid. EFE

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