CARACAS, Venezuela (AP) — El año pasado se registró un rápido deterioro en las relaciones entre sus países, pero el Día de Año Nuevo el vicepresidente estadounidense Joe Biden y el mandatario venezolano Nicolás Maduro se estrecharon la mano y expresaron su deseo de enmendar entuertos.
El breve encuentro de improviso en Brasil ocurrió dos semanas después de que el presidente Barack Obama promulgó una ley que impone sanciones contra funcionarios venezolanos acusados de violación de los derechos humanos. Días antes de que fueran aprobadas las sanciones, Maduro hizo un llamado a todos los venezolanos para que quemaran sus visas estadounidenses en protesta por las políticas del «yanqui imperialista».
Una fotografía de Biden y Maduro sonriéndose cálidamente en el marco de la ceremonia de juramentación de la reelecta presidenta brasileña Dilma Rousseff se convirtió en un meme el viernes.
Según un funcionario estadounidense que viaja con el vicepresidente, Maduro dijo a Biden que quería mejorar los vínculos entre Venezuela y Estados Unidos, pero que estaba preocupado respecto a la medida de imponer sanciones. El funcionario solicitó no ser identificado ya que no estaba autorizado a hablar sobre conversaciones diplomáticas privadas.
Biden dijo que un paso que podría dar Venezuela hacia el mejoramiento de las relaciones sería liberar prisioneros políticos, pero Maduro respondió que la oposición estaba desestabilizando al país y que las sanciones harían lo mismo, dijo el funcionario.
Hablando con reporteros después de eso, Maduro describió el encuentro con Biden como «cordial».
«¿Qué le pedimos nosotros a los Estados Unidos? Lo que yo le dije al vicepresidente Biden y le hemos dicho mil veces, en público y en privado, relaciones de respeto, más nada», dijo Maduro.
Las dos naciones no han intercambiado embajadores desde 2010, y son inusuales los encuentros públicos entre líderes de alto rango. Hace cuatro años, el difunto presidente Hugo Chávez habló con la entonces secretaria de Estado Hilary Rodham Clinton en Brasil.
Venezuela está padeciendo el desplome del precio internacional del petróleo. El 95% del ingreso por exportaciones del país proviene del crudo. A inicios de esta semana, Maduro acusó a Estados Unidos de conducir una «guerra petrolera» para destruir la revolución socialista de la nación sudamericana.
El viernes, el director la empresa venezolana Datanalisis, dedicada a sondeos de opinión, dijo a la estación de televisión Globovision que los índices de aprobación a la gestión de Maduro habían caído a un nuevo nivel mínimo de 22%.
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