Calificadora de riesgo rebaja bonos de Venezuela, que aguarda plan anticrisis

Clientes forman fila en un supermercado en el centro de Caracas, Venezuela, el jueves 8 de enero de 2015. Tras los festejos del Año Nuevo los venezolanos volvieron una vez más a la cruda realidad de verse forzados a permanecer horas de filas para entrar a automercados en muchos casos en un frustrado intento de comprar los escasos productos básicos de consumo masivo. (AP Photo/Fernando Llano)

Caracas, 13 ene (EFE).- Venezuela sigue a la espera del plan económico anunciado por el presidente Nicolás Maduro para encarar una crisis que puede derivar en impagos de deuda, de acuerdo con la advertencia que lanzó hoy la calificadora de riesgo estadounidense Moody’s.

La agencia de calificación de riesgo rebajó dos peldaños (de Caa1 a Caa3) los bonos venezolanos tras evaluar que el riesgo de impago del país se ha incrementado «sustancialmente».

En caso de que Venezuela efectivamente caiga «en default» (impago), las pérdidas de los tenedores de sus bonos superarían el 50 por ciento de sus instrumentos de deuda, calculó.

La caída de los precios del petróleo, «sostenida» y «dramática» para la economía de Venezuela, según Moody’s, «afectará negativamente a la balanza de pagos y contrarrestará con creces los beneficios potenciales de futuros flujos de inversiones extranjeras».

La rebaja de la calificación por parte de Moody’s coincide con la gira internacional de Maduro en búsqueda de inversiones, y también de lo que llamó dinero «contante y sonante», para apuntalar la recaudación interna que se prevé buscará el plan de «recuperación económica» que anunció hace tres semanas.

En China, ya obtuvo 20.000 millones de dólares en dinero «contante y sonante», en tanto que en Catar logró que «importantes bancos» aporten «oxígeno suficiente» para cubrir pérdidas derivadas de la caída de los precios petroleros, adelantó Maduro desde Arabia Saudí.

«Hay voces por ahí agoreras que dicen que la guerra del petróleo se va mantener dos años. Si se mantiene dos años, nosotros tenemos la fuerza para continuar el ritmo de este combate (…). Si se mantiene cuatro años, también lo tenemos», aseveró el presidente venezolano.

Además de China, Arabia Saudí y Catar, la gira iniciada la semana pasada lo ha llevado a Rusia, Irán y Argelia, naciones algunas de ellas asociadas a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a la que reclama coordinar políticas para remontar precios.

El mes pasado fue la agencia británico-norteamericana Fitch Ratings la que rebajó la calificación de la deuda venezolana, de «B» a «CCC», dada la «limitación» del país para responder a la caída del precio del crudo y su nivel «relativamente bajo» de reservas monetarias.

El precio de venta del barril del petróleo venezolano cerró el pasado viernes en 42,44 dólares, en tanto que el nivel de sus reservas internacionales superó levemente los 21.400 millones de dólares.

El grado «CCC» de la calificadora Fitch considera que el riesgo de «default» venezolano es una «posibilidad real», algo en lo que hoy coincidió Moody’s.

Maduro acusa a estas agencias de riesgo y otras calificadoras de poner a Venezuela como el peor país del mundo para invertir, incluso con más riesgos que naciones en guerra como Ucrania, únicamente por «causas políticas».

Moody’s rebajó la calificación desde «B2» a «Caa1» hace un año y ya entonces advirtió sobre un «notorio incremento» del riesgo de un colapso económico y financiero de Venezuela.

Ello, según la agencia, por «desequilibrios macroeconómicos cada vez más insostenibles», lo que incluye «un muy elevado nivel de inflación y una marcada depreciación de la tasa de cambio paralela».

En Venezuela, rige una cotización paralela que ofrece el mercado no oficial especulativo, donde el dólar se cotiza esta semana a casi 180 bolívares, precio que pagan «solo los estúpidos», dijo Maduro hace una semana.

El plan de «recuperación económica» anunciado por el presidente se estima que buscará acabar con ese mercado especulativo, lo que confirmará cuando regrese al país y detalle su contenido, aunque ya anticipó que incluye un nuevo sistema cambiario y una reforma fiscal.

El anuncio lo hizo después de que el Banco Central revelara una contracción de la economía los primeros tres trimestres de ese año y una inflación acumulada entre noviembre de 2013 y noviembre de 2014 del 63 por ciento.

Maduro culpa de ello a una «guerra económica» que atribuye a sus opositores para intentar dar al traste con su gestión, en tanto que responsabiliza a Estados Unidos de la adicional caída de los precios internacionales del petróleo a través de sus prácticas de fracturación hidráulica.

La exportación de crudo aporta 9 de cada 10 dólares que ingresan al país, divisas administradas desde 2003 por el Estado, a través de tres tipos de cambio, uno a 6,3 bolívares por dólar, otro que fluctúa y actualmente promedia el doble del primero y un tercero donde la cotización también varía y que en la actualidad se encuentra en unos 51 bolívares.

Aunque aún se desconoce en qué consistirá el nuevo sistema cambiario en el marco del plan de «recuperación económica» anunciado por Maduro, se estima que puede darse una «unificación cambiaria». EFE

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